El G7, los principales líderes económicos del mundo, ha hecho un llamamiento a una actuación conjunta contra los altos precios del petróleo y presionan a China para que flexibilice su divisa, a la vez que promueve una reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) con el fin de mejorar la representatividad de los países en desarrollo.
Los tres días de sesiones de la asamblea del G7 culminaron este domingo con una reunión del comité de estrategia del Banco Mundial, que consideró una propuesta de inversión de 20.000 millones de dólares en energías alternativas en países en desarrollo.
Los países más industrializados declararon el viernes que es «crucial» que los países productores de petróleo aumenten sus inversiones en infraestructura para incrementar la producción a fin de abatir los altos precios del crudo.
Aunque los líderes de finanzas del G7 -Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón- coincidieron en que la perspectiva económica global sigue siendo favorable, advirtieron que los altos precios del petróleo amenazan ese pronóstico.
Sin embargo, la presión para incrementar la producción de crudo suscitó la airada respuesta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que señaló que las naciones consumidoras tienen la responsabilidad de construir más refinerías para facilitar el procesamiento del crudo.
En una comunicación al FMI, el representante de la OPEP Adnan Shihab-Eldin insistió en que el mercado está actualmente bien abastecido, mientras que otros miembros del cártel culpaban a los conflictos «geopolíticos» y a la especulación.
Los líderes occidentales de finanzas insistieron también en que Pekín reevalúe su divisa para corregir arriesgados desequilibrios económicos globales. El G-7 consideró esencial que China y otros países asiáticos den mayor flexibilidad a sus divisas.
Barril a 74,69 dólares
Y mientras se discute la forma de frenar la tendencia alcista del crudo, éste sigue imparable. El precio del barril de Brent, el de referencia en Europa, alcanzaba esta mañana los 74,69 dólares en el International Petroleum Exchange (IPE) de Londres. Posteriormente se abarataba ligeramente, hasta los 74,36 dólares, 31 centavos menos que en la sesión del viernes, cuando cerró a 74,68 dólares el barril.
Por su parte, el Texas «sweet light», que el viernes cerró a 75,17 dólares, tras alcanzar el récord de 75,35 dólares, se cambiaba hoy a 74,69 dólares en el mercado de Nueva York.
Los inversores estadounidenses retiran hoy beneficios, a pesar de que se mantienen las tensiones relacionadas con el suministro y la demanda, y que dentro de cuatro días expira el ultimátum dado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a Irán para que suspenda su programa de enriquecimiento de uranio.
En cuanto a los carburantes, la gasolina se abarataba en 93 centavos en Nueva York, hasta 2,2291 dólares el galón (3,8 litros), mientras que el combustible de calefacción se encarecía hasta los 2,0765 dólares el galón.