El crecimiento del mercado de los videojuegos es imparable. Los expertos calculan que se duplicará en sólo cuatro años, pasando de los 30.000 millones de euros actuales a más de 60.000 millones en 2010 debido a la incorporación masiva de China al consumo y a la llegada de las consolas de nueva generación. Y en España crecerá por encima de la media. Sólo en 2005 los españoles se gastaron 863 millones de euros en este entretenimiento.
Ayer se presentó en Madrid el Anuario de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (aDeSe). Alberto González Lorca, presidente de aDeSe, destacó las buenas cifras en un año considerado de transición, así como la extensión de la aplicación del código de edades PEGI a 27 países europeos y el cumplimiento absoluto del convenido de autorregulación de la publicidad.
«Se decía que, como las distintas consolas de nueva generación aparecerían gradualmente, la gente iba a comprar menos videojuegos para las antiguas. Pero ahí está el crecimiento de la facturación española en un 16%, alcanzando los 863 millones, sin contar los contenidos para móvil», comentó González Lorca.
Aunque casi todos los datos referidos a 2005 son positivos, la industria española lamenta que «la Administración nos ignore». «Pese a ser el cuarto país europeo en consumo y distribución, seguimos a la cola en desarrollo de títulos, clave de esta industria. Las autoridades deberían fijarse más en un sector que es puro I+D y podría dar muchísimos puestos de trabajo; sólo pedimos un trato similar al del cine o el libro», dijo el presidente de aDeSe.
Otro motivo de preocupación sigue siendo la piratería, que en el videojuego se centra casi al completo en Internet. El sector pide más protección legislativa sobre la propiedad intelectual. En este sentido, considera que la nueva Ley de Propiedad Intelectual se ha hecho pensando más en la música o en las películas que en los videojuegos.