Una investigación internacional, en la que participó el científico español Manuel Ferrer, ha conseguido desvelar la secuencia genética de la principal bacteria marina que degrada el petróleo, la «Alcanivorax borkumensis». Este hallazgo, publicado en la edición digital de la revista «Nature Biotechnology», puede ser clave para el desarrollo de métodos de recuperación del entorno marino frente a catástrofes como la del «Prestige».
La secuencia genómica proporciona el mapa completo de las funciones bioquímicas y las adaptaciones fisiológicas que permiten a este organismo degradar de forma eficaz el petróleo en el océano.
Según Ferrer, del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica de la Universidad Autónoma de Madrid, la identificación del conjunto de genes es importante para el diseño de estrategias que estimulen el crecimiento de las bacterias biodegradadoras de petróleo en situaciones de peligro ambiental. «Con la resolución del genoma de esta bacteria hemos sido capaces de descifrar el mecanismo por el que dicho organismo es capaz de degradar productos derivados del petróleo muy eficazmente», apunta el investigador.
El estudio muestra que la «Alcanivorax borkumensis» posee múltiples genes involucrados en la captura de nutrientes, en particular nitrógeno orgánico e inorgánico y oligoelementos, y resistencia a estrés, en casos de temperaturas extremas, para poder optimizar el proceso de recuperación de las aguas contaminadas por hidrocarburos.