En España mueren cada año unas 16.000 personas a causa de la «mala calidad del aire en las ciudades», según aseguró ayer la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, quien participó en la firma de un convenio de colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), cuyo propósito es el de preservar el patrimonio natural, los hábitats de interés o el paisaje.
La cifra de 16.000 muertes supera la de los fallecidos «en accidentes de tráfico o laborales», recordó la ministra. Narbona indicó, con relación a la contaminación atmosférica, que está en estudio la Ley de Calidad del Aire, para «aplicar las exigencias a escala europea que obligan a una evaluación de la contaminación de forma sistemática». Esta evaluación, así como la toma de medidas, corresponde a las comunidades autónomas, explicó.
Los tres niveles de la Administración -nacional, autonómica y local- «pueden y deben tomar medidas en el transporte», señaló Narbona, que citó varias iniciativas como la utilización de combustibles menos contaminantes, el fomento del transporte público o la peatonalización de calles. Asimismo, hay que abordar una «estrategia de calidad del aire con las comunidades autónomas», agregó la ministra.
Las causas de muerte relacionadas con la contaminación están «ligadas sobre todo con enfermedades respiratorias, como alergias», destacó la titular de Medio Ambiente. Todo ello provoca «un agravamiento y aceleración de los procesos de la enfermedad», concluyó Narbona.