La deuda contraída por las familias, principalmente en la compra de vivienda, puede generar problemas concretos en algunos segmentos de población, principalmente los jóvenes y los hogares de bajas rentas, reconoció ayer el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Fernández Ordóñez evocó que el endeudamiento de las familias y el fuerte crecimiento de la inversión residencial en España han ido en paralelo a la bajada de tipos de interés. Ahora que el precio del dinero tiende a subir y los precios de la vivienda se desaceleran, «no se puede descartar que una parte de los hogares endeudados que tienen menor nivel de renta, y de las empresas inmobiliarias, puedan ser vulnerables».
En cualquier caso, al gobernador no le inquieta la subida de tipos en la zona euro. A su juicio, si es paulatina ayudará a corregir los desequilibrios de la economía española, al producir una desaceleración del gasto y de la inflación. «Los empresarios deben saber que ya no les va a resultar tan fácil como en el pasado subir los precios», advirtió.
Respecto a la marcha de la economía española, Fernández Ordóñez estimó que crecerá este año ligeramente por encima del 3,5% de aumento registrado en 2005. No obstante, alertó de que si el diferencial de inflación con la eurozona persiste, el deterioro de la competitividad de las exportaciones españolas puede interrumpir la incipiente mejoría del sector exterior.
El gobernador hizo una proyección optimista porque el Ejecutivo ha revisado al alza el ritmo de expansión para dejarlo en el 3,4%, pero nada distante de la realidad y acorde con la evolución ya conocida del primer semestre, que registró avances trimestrales del 3,6% y el 3,7%.
Estabilización de precios
En relación a la vivienda, el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, coincidió con Fernández Ordóñez en que ya no hay un «aumento desbocado» de los precios de los pisos en España, sino que, por el contrario, se está registrando una «desaceleración» y una «cierta estabilización» de los mismos.
Solbes quiso además restar importancia al elevado nivel de endeudamiento de las familias, situado en máximos históricos, al asegurar que «no es negativo, ya que esta deuda ha crecido mucho en los últimos años, pero no se destina a consumo, lo que sería catastrófico, sino a la compra de activos, lo que aumenta el patrimonio de los hogares».
Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, afirmó ayer ante la Eurocámara que volverá a subir el precio del dinero si se confirma la recuperación económica de la eurozona.
Desde diciembre de 2005, la entidad monetaria ha subido los tipos de interés en cinco ocasiones; la última, hasta el 3,25%, tuvo lugar el jueves pasado.