La huelga que llevan a cabo hoy los trabajadores de tierra de la aerolínea de bajo coste Ryanair está complicando las operaciones en 13 aeropuertos españoles. En los de Reus y Girona, por ejemplo, se están registrando problemas en la facturación de equipajes.
La prohibición de subir las maletas al avión y sólo poder llevar 10 kilos de equipaje de mano ha llevado a algunos viajeros a decidir quedarse en tierra. Otros han optado por colocar sus pertenencias en bolsas de basura y llevarlas como equipaje de mano.
Los trabajadores de tierra de la compañía irlandesa protestan por las condiciones laborales. Pero la posición de los sindicatos es desigual. Así, CC.OO. apoya la movilización, pero UGT se ha desmarcado.
CC.OO. ya convocó dos paros la semana pasada para reivindicar el cumplimiento del convenio del sector y de las normas de seguridad internacionales. Según fuentes del sindicato, son los «continuos incumplimientos en materia de jornada laboral, retribuciones, calificación y entrenamiento de personal», así como «la violación de la ley de riesgos laborales», lo que les ha llevado a la huelga.
En Cataluña, Ryanair ha tensado más la cuerda al no asistir a una reunión convocada por la Generalitat para la mediación entre todas las partes a la que sí asistió Lesma, la compañía que realiza los servicios de asistencia en tierra de la «low cost».
El secretario general de CC.OO. de Cataluña, Joan Coscubiela, ya ha pedido a la Generalitat que retire las ayudas públicas a Ryanair, que recibe siete millones de euros en concepto de promoción turística de Cataluña.