Los arrecifes coralinos están desapareciendo a causa del cambio climático 20 veces más rápido que los bosques tropicales y, para 2020, la mayor parte de las formaciones de coral del trópico sufrirá blanqueamiento, según Carlos Duarte, presidente de la Sociedad Americana de Oceanografía y Limnología.
La tasa de pérdida de arrecifes se sitúa en torno al 9% anual, y entre 2010 y 2020, los corales padecerán un «continuo blanqueamiento», una enfermedad causada por el aumento de temperatura de las aguas. Si el agua supera los 29 grados centígrados, los corales sufren «estrés térmico» y expulsan zooxantelas, algas microscópicas que aportan alimento y contribuyen a su vivo colorido, una pérdida que puede producir la muerte.
Los efectos del cambio climático son incluso mayores en otros ecosistemas marinos como los bosques de manglar, que registran una pérdida anual del 2%; las marismas, del 1%, y las praderas submarinas, entre el 2% y el 5%.
Precisamente, las praderas submarinas se están perdiendo sobre todo en el Mediterráneo, «donde se ha producido un cambio en la sobrepesca que ha desencadenado un desplazamiento de la cadena trófica de peces a medusas», afirma Duarte. La pesca de grandes depredadores, como los atunes, ha desencadenado que los océanos se llenen de medusas, «que depredan larvas de peces».
Otros hábitats oceánicos afectados por el calentamiento global son los polos, especialmente el Ártico, donde ha comenzado a perderse la cobertura de hielo y se están produciendo cambios en la circulación de las corrientes marinas.