A finales del mes de abril saldrá a la venta «World Without Oil», un videojuego que invita a los usuarios a imaginarse la vida en un mundo sin petróleo. Se trata del último ejemplo de juegos de «realidad alternativa», aquellos que llevan a la consola o a la pantalla del ordenador situaciones basadas en el mundo real.
Con financiación de la Corporación para la Difusión Pública de Estados Unidos, este título situará al jugador en unos Estados Unidos imaginarios que no dispone de acceso a la gasolina. Se trata del primer juego diseñado sin ánimo de lucro, que tiene como fin el «bien social», señaló Jane McGonigal, una de las diseñadoras del título y desarrolladora del Instituto para el Futuro, una institución con sede en Palo Alto (California).
Las tecnologías de uso cotidiano deberían juzgarse «por su capacidad y contribuciones a la calidad de vida de la gente», indicó McGonigal en una conferencia para inaugurar la Convención de Tecnologías Emergentes, que se celebra en San Diego. La diseñadora predijo que para el año 2012 los diseñadores de tecnología serán capaces de crear realidades alternativas que ayudarán a la gente en sus vidas cotidianas.
McGonigal afirmó que los juegos «que mejoran la calidad de vida deberían ser una prioridad». Los diseñadores deberían tener en cuenta tres factores, que son el placer que la gente obtiene con un juego, sus vínculos con él y sus aportaciones a la vida real, detalló. Se trata de sacar a los jugadores de sus consolas y llevarlos al mundo para que se relacionen con otras personas y cambien la sociedad, añadió.