El Gobierno español quiere que la Fuente de Neutrones por Espalación (ESS, sus siglas en inglés), una de las grandes infraestructuras tecnológicas europeas, se instale en Vizcaya, en concreto en el Parque Tecnológico de Zamudio. La ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, apostó ayer de nuevo en firme por esta posibilidad ante el comisario europeo de Ciencia, Janez Potocnick.
Durante su participación en la primera conferencia del VII Programa Marco de I+D de la Unión Europea (UE) en Madrid, Cabrera destacó que España apuesta «fuerte» por la instalación en Vizcaya de la fuente de neutrones. «Para ello buscaremos los apoyos necesarios en el resto de países europeos», aseguró.
Las aplicaciones de la espalación de neutrones son muy numerosas en sectores como el industrial, el farmacéutico, la automoción, la aeronáutica o la electrónica
La ESS será una poderosa herramienta científica. Es una de las 35 grandes infraestructuras tecnológicas europeas contemplada en este ambicioso programa de la UE. Se trata de un complejo ingenio, el más avanzado del mundo en su género, que permitirá el estudio de la estructura, funcionalidad y dinámica de la materia. La instalación tendría un sinfín de aplicaciones en infinidad de campos científicos, industriales y médicos. Desde el tratamiento de tumores a la investigación industrial, en biología molecular, farmacológica, aeronáutica o electrónica.
Será además más potente que los complejos existentes en Japón y Estados Unidos; tendrá una vida útil de 40 años; dará trabajo a más de un millar de científicos; ocupara un millón de metros cuadrados; sumaría más 4.000 usuarios anuales y quedará instalada en un centro científico del más alto nivel.
Este tipo de infraestructuras producen neutrones que penetran en la materia proporcionando información precisa sobre su estructura atómica. La espalación de neutrones es una técnica empleada por investigadores de diversas disciplinas como la biología molecular, la física de materiales o la medicina y sus aplicaciones son muy numerosas en sectores como el industrial, el farmacéutico, la automoción, la aeronáutica o la electrónica.
Ni plazos ni cifras
Cabrera no quiso hablar ni de plazos ni del importe de las inversiones que requeriría el costoso ingenio y su desarrollo. Reconoció que es una apuesta a largo plazo y que su construcción exigirá «una cantidad muy importante de euros» que, de triunfar la candidatura española, debería aportar el Gobierno central, el vasco y los europeos que se asocien.
Suecia, Reino Unido, Alemania y Hungría son los otros países que han reclamado la construcción en su territorio de la ESS.
El Foro Estratégico Europeo para las Infraestructuras de Investigación (ESFRI) considera que la Fuente debe desarrollarse dentro del 7º Programa Marco de I+D 2007-2013 que se presentaba en la conferencia de Madrid. Este programa marco de la Unión Europea cuenta con un presupuesto de más de 50.000 millones de euros, un 40% más que su edición anterior y será el gran instrumento de la UE para financiar los proyectos científico y de investigación a lo largo de los próximos seis años.
La fuente de neutrones aparece en el documento que este órgano consultivo de la UE ha elevado ya a la Comisión Europea, conocido como la «hoja de ruta» del ESFRI, en el que figuran los 35 grandes proyectos tecnológicos. La Comisión -el gobierno europeo, en definitiva- asumirá el proyecto de la ESS como propio, pero no será la UE la que costee su construcción. Según algunas estimaciones exigiría entre 1.200 y 1.500 millones de euros, inversión que habría de afrontar España junto con los países de la Unión Europea que logre asociar al proyecto.
El séptimo programa marco de I+D de la UE está dotado con un presupuesto de 50.521 millones de euros, el 40% más que el anterior, y es el principal instrumento de financiación de proyectos de Investigación, Desarrollo Tecnológico y Demostración de la Unión Europea durante el período 2007-2013.
El comisario Potocnick destacó el «dinamismo» de la investigación científica en España. Si bien reconoció que en cuanto a financiación el nivel español «es aún bajo en comparación con otros países», se felicitó por la «buena tendencia» española.