Desde hoy no podrán adoptar un menor en China los obesos, los homosexuales, los divorciados, los recién casados, los parados y los mayores de 50 años. El gigante asiático ha endurecido los requisitos de adopción ante el gran volumen de solicitudes. El nivel de ingresos, de instrucción y de años de convivencia marital serán aspectos decisivos a la hora de dar validez a las peticiones.
La asociación guipuzcoana Anichi, que engloba a un centenar de padres adoptantes en China, confirma que la nueva regulación conllevará una gran criba y la demora de los plazos de espera. «En la actualidad las asignaciones tardan una media de 18 meses y ya se está hablando de que podrían llegar en breve a los 30», explica Cristina Villar, presidenta de la entidad.
El centro de adopciones de Pekín recibe cada mes alrededor de 2.000 solicitudes de adopción, pero el ritmo de trabajo sólo puede dar salida a unas 700. En el último mes, por ejemplo, sólo se han asignado dos fechas de registro, el 25 y 26 de octubre de 2005. «Las familias lo están pasando mal. La espera es muy angustiosa y las nuevas normas no han hecho sino aumentar las dudas y preguntas», asegura Villar.
La nueva regulación de Pekín enmienda la Ley de Adopciones de 1992. El nivel económico de los solicitantes será crucial. Las familias solicitantes deberán contar con un patrimonio superior a 80.000 dólares (unos 58.600 euros) y presentar ingresos, como mínimo, de 10.000 dólares al año por cada miembro de la familia.
Sólo podrán adoptar las parejas formadas por un hombre y una mujer con una relación marital estable, de al menos dos años, y en caso de tener un matrimonio previo, de cinco años. La nueva criba rebaja también las posibilidades de adopción para los solteros, aunque no las descarta, y no permite adoptar a los homosexuales.
Ambos cónyuges deben tener entre 30 y 50 años de edad y un nivel de instrucción hasta el bachillerato superior o bien formación profesional del mismo nivel. Los solicitantes deberán acreditar además que están sanos física y mentalmente y no padecen enfermedades como el sida, alcoholismo o depresión. Se exige asimismo un límite de masa corporal.