El carné por puntos ha perdido eficacia en los últimos meses. Lo dijo ayer el director general del Real Automóvil Club de España (RACE), Ignacio Díaz-Pinés, quien considera que el balance del nuevo permiso es, en general, «positivo», pero con algunos «matices» referentes a la forma de desarrollarlo.
Según Díaz-Pinés, en julio y agosto del año pasado se produjo un descenso en la siniestralidad del 20% respecto al año anterior, mientras que ahora mismo ese descenso es del 13%.
A su juicio, uno de los principales problemas es que está fallando la gestión administrativa del carné, puesto que hay ayuntamientos que «no están conectados con la DGT» y no mandan las sanciones, y porque hay «lentitud» a la hora de tramitar las denuncias.
Además, el director del RACE hizo referencia a la necesidad de eliminar los puntos negros de las carreteras y de aumentar la plantilla de la Guardia Civil para que haya más vigilancia y se evite que los conductores puedan vender sus puntos.
Respecto a la reforma del Código Penal que tipifica como delito conducir superando los límites de velocidad y alcohol permitidos, desde el RACE lo califican como «matar moscas a cañonazos».
Precisamente, la proposición de ley orgánica de reforma del Código Penal pasó ayer su primer trámite parlamentario. El pleno del Congreso dio luz verde a la toma en consideración de la propuesta pactada hace dos semanas por seis grupos parlamentarios (PSOE, CiU, ERC, IU, CC y Mixto).