El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, alertó ayer del riesgo de contratar una hipoteca a largo plazo, de hasta 50 años, debido a la subida de los tipos de interés. No obstante, reconoció que la política monetaria alcista emprendida por el Banco Central Europeo (BCE), lejos de ser «mala» para el país, «está resultando particularmente apropiada» al trasladar el mensaje de que «se debe ahorrar más y gastar menos».
Fernández Ordóñez explicó que los cambios experimentados en los tipos y las expectativas de menor revalorización «ya han comenzado a ejercer un efecto modulador sobre la demanda de vivienda», que a su vez se traslada a una cierta moderación del interés oficial -ahora situado en el 4%-. Añadió que se ha elevado de manera sensible las necesidad de financiación de las familias, y con ello su endeudamiento, pero precisó que ya se aprecian signos de inflexión en esta tendencia.
Respecto a los préstamos de hasta 50 años, el doble del periodo que el Ministerio de Economía y Hacienda cree adecuado (20-25 años), el gobernador dijo que deben ir acompañados de una información exhaustiva que rompa la «imagen de espejismo» que muchos de ellos tienen.
Los bancos, advirtió, deben decir al cliente «sepa usted donde se está metiendo», entre otras cosas, porque aunque el componente de amortización puede ser bajo los tipos seguramente serán altos en el futuro. En este sentido, se mostró contrario a vincular la duración de las hipotecas a la vida profesional, de manera que ya estén pagadas al jubilarse.
En el plano positivo del encarecimiento del precio del dinero, Fernández Ordóñez confía en que sirva a la estabilidad de precios, sobre todo porque cree posible que una vez agotado el efecto de la moderación de los costes energéticos, la inflación «volverá a repuntar algo».