De los 400.000 partos que se registran cada año en España, el 73% son normales, el 20% precisan de cesárea y únicamente el 7% requieren el uso de fórceps, según dio a conocer el presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), José Manuel Bajo.
«No existe un uso abusivo de los fórceps en España, sino que, al contrario, va a desaparecer; se va a acabar la obstetricia y sólo va a haber partos normales o cesáreas», apuntó Bajo, que indicó que su empleo tenderá a disminuir tras una reciente sentencia que condenó por uso excesivo a un médico en nuestro país.
«Los fórceps han caído en desgracia», a pesar de que se han utilizado durante muchos años y que cuentan con unas «estrictas» condiciones de aplicación en los llamados partos instrumentales, opinó el experto. Los fórceps se van a utilizar cada vez menos y van a aumentar las cesáreas «por esta sentencia y porque todo el mundo asocia los fórceps con una tracción del feto y con un traumatismo mayor que la cesárea», concluyó.