A partir del próximo 15 de diciembre y hasta marzo, el barrio de Vallecas ofrecerá a los indigentes un nuevo centro de acogida para guarecerse de las temperaturas extremas. Localizado en el Camino del Pozo del Tío Raimundo y con cabida para 130 personas por noche, el centro de acogida forma parte de la nueva red de atención que trata de sustituir y mejorar iniciativas pasadas como la de habilitar como «dormitorio» la boca de Metro de Atocha.
No obstante, Atocha seguirá siendo un punto clave en la estrategia de la Campaña contra el Frío de este año, ya que ese será el punto de partida de los autobuses que trasladarán a las personas sin hogar al Pozo del Tío Raimundo donde, además de dormir, podrán cenar, desayunar y asearse de forma gratuita.
Ayer se abrió por primera vez el centro de acogida de la Casa de Campo, con 87 plazas para «sin techo» y, en función de las necesidades, se activarán, paulatinamente, el CEMUS de Vallecas (con 30 plazas), las pensiones que hay repartidas por la ciudad (42 plazas diarias reservadas) y, por último, el recién inaugurado centro de Vallecas (con 130 camas).
Que el colectivo de indigentes no pueda acceder a la información sobre los recursos de ayuda de que disponen representa un «problema», según explicó Darío Pérez Madera, responsable del Samur Social. Ello provoca que muchas personas se queden expuestas al frío en la calle cuando muchas plazas de albergues permanecen libres, agregó a este respecto.
Darío Pérez Madera, responsable del Samur Social para personas sin hogar, ha explicado el «problema» que supone que el colectivo no pueda acceder a la información sobre los recursos de ayuda de que disponen, lo que provoca que muchas personas se queden expuestas al frío en la calle cuando muchas plazas de albergues permanecen libres. El último «recuento» realizado reflejó que unos 600 indigentes permanecen en las calles de la ciudad sin atención de ningún tipo, expuestos no sólo al frío sino a multitud de agresiones violentas, apuntó Pérez Madera.
El Consistorio madrileño ha destinado al cuidado de personas sin hogar más de 15 millones de euros y ha contado con la colaboración de la Comunidad de Madrid que, en este caso y a través del IVIMA, ha cedido las instalaciones y pone a disposición de este fin unos tres millones de euros.