Los técnicos del Espacio Natural de Sierra Nevada han completado ya la instalación en el macizo granadino de la red de estaciones multiparamétricas que estudiarán las alteraciones medioambientales asociadas al cambio climático.
La red se compone de diez estaciones, dos de las cuales funcionan desde hace un año y las ocho restantes desde hace unos dos meses. Están ubicadas en distintos ecosistemas representativos de Sierra Nevada y a diferentes alturas (la más baja a 600 metros, en la loma de los Olmos, y la de mayor altura a 3.100 metros, en las posiciones del Veleta). A ellas se unen otras dos estaciones de flujos de carbono que estudiarán el comportamiento de las formaciones vegetales de alta montaña.
Todas funcionan con paneles solares, excepto una que utiliza electricidad. Disponen de un mástil central con sensores que no sólo miden los aspectos climatológicos al uso como las precipitaciones o la humedad, sino otros parámetros como radiaciones ultravioletas, deposición de partículas de polvo sahariano, temperatura del suelo o distribución de la nieve, que arrojarán indicios de las alteraciones que puedan estar produciéndose como consecuencia del calentamiento global.
Desde hace tiempo se observan en Sierra Nevada alteraciones medioambientales. Así, algunas especies de flora están ya al límite de sus posibilidades de habitar en el macizo montañoso.
Este proyecto se engloba en uno más amplio de ámbito internacional auspiciado por la Unesco y en el que participan 28 reservas de la biosfera, entre ellas Sierra Nevada, la única española.