Cada vez más las compañías recurren en sus campañas publicitarias a mensajes asociados a valores ecológicos y al cuidado del medio ambiente que, en muchas ocasiones, provocan confusión y contradicciones en el consumidor, según concluye un estudio de la Unión de Consumidores de España-UCE.
Este trabajo, que lleva por título «Publicidad y medio ambiente», analiza los anuncios de empresas del motor (Honda, Renault, Peugeot, Opel, SEAT, Toyota, BMW y Michelin), constructoras y promotoras de viviendas (Saint-Gobain y Grupo Lábaro), transporte (Renfe), empresas del sector energético (Cepsa y Endesa) y del mundo financiero (DWS Investment), y fabricantes de zapatos (Pikolinos).
En sus campañas, estas empresas recurren a «fórmulas genéricas que, en algunos casos, pueden inducir a error por cuanto crean en el consumidor y usuario una expectativa de protección ambiental que no existe o no es exactamente la esperada», explica Manuel Castañón, abogado especializado en derecho ambiental y autor del informe.
Repercusiones contrarias
El sector automovilístico es uno de los que más está utilizando la ecología en sus últimas campañas publicitarias, que hacen hincapié en los sistemas híbridos. Los vehículos híbridos, medioambientalmente hablando, pueden resultar más ventajosos que los convencionales, «pero siguen siendo contaminantes», indica el estudio. Según UCE, hacer creer al consumidor que estos vehículos no contaminan puede tener repercusiones contrarias a la protección del medio ambiente, por cuanto se puede abusar del uso del coche contrarrestando de forma negativa las mejoras incluidas en los elementos del vehículo.
Algo similar sucede en el caso del sector de la vivienda. La necesidad de suelo, la generación de residuos, el consumo de agua, la producción de ruidos y las emisiones a la atmósfera son algunos de los impactos ambientales que genera la construcción. Los materiales de construcción «suelen ser productos que, durante la fase de su producción o al final de su vida útil, afectan de forma negativa al medio».
El informe recuerda además que las refinerías de petróleo realizan una de las actividades que más contaminación ambiental producen, por lo que resulta «contradictorio» el empleo de mensajes ecológicos en sus campañas publicitarias.
Todo ello puede acabar provocando en el usuario la sensación de que «la protección del medio ambiente no es más que una estrategia comercial y que realmente no se está haciendo nada por favorecer la mejora ambiental», concluye UCE.