La amenaza de la extinción planea sobre las cabezas de los anfibios más raros del planeta. Resulta paradójico que la mayoría de estas especies sobrevivieran al cataclismo que llevó a la desaparición de los dinosaurios y ahora, 65 millones de años después, se vean abocadas a correr su misma suerte.
El proyecto EDGE, impulsado por la Sociedad Zoológica de Londres, ha elaborado un listado de las especies más extrañas de anfibios, que incluyen salamandras, sapos, ranas y cecílidos (anfibios sin miembros, similares a las serpientes o las lombrices). En total se han identificado 799 especies raras y únicas, aunque los responsables del proyecto sólo centrarán sus esfuerzos de conservación en las 100 primeras, de las cuales 10 corren serio peligro de desaparecer.
Entre esta decena de anfibios está la salamandra gigante de China, que mide 1,8 metros de largo. Este anfibio, el más grande del mundo, surgió 100 millones de años antes que los dinosaurios. Ahora, casi 200 millones de años después, su apreciada carne -considera una «delicatessen» en Asia- le puede llevar a la extinción.
A cuatro metros bajo tierra
Junto a esta enorme salamandra aparece en el listado una pequeña rana de las islas Seychelles, llamada Sooglossus, que crece como máximo 11 milímetros. Su pariente más cercano es la rana púrpura de la India, otro extraño anfibio que pasa la mayor parte de su vida a cuatro metros bajo tierra (sólo sube a la superficie en la época del monzón, cuando el agua almacenada en el subsuelo le impide respirar).
En Europa habita otra de las extrañas criaturas incluidas en la lista, el llamado dragón de las cavernas, parecido a los tritones y salamandras. Es ciego y de piel transparente, y puede estar hasta diez años sin comer.
También figura entre las diez especies más amenazadas el anfibio sin extremidades y con tentáculos táctiles en la cabeza descubierto hace poco en Kenia (aunque algunos dicen que ya ha desaparecido); la rana Darwin, natural de Chile y Argentina, y el sapo partero, una especie en la que el macho carga con los huevos fecundados entre sus patas traseras.