España concentró en diciembre el 7% de los ataques totales del fraude por Internet conocido como «phishing» y se convirtió en el tercer país del mundo en el que más intentos se cometieron.
El «phishing» consiste en el envío masivo de correos electrónicos en los que los «ciberdelincuentes» simulan ser una compañía, principalmente bancos o cajas, y en los que piden al cliente que facilite sus datos y claves para actualizarlos, renovar la base de datos o evitar que se corte el servicio, entre otras excusas, para en realidad usarlos de modo fraudulento.
Según un informe de RSA, la división de seguridad de la compañía de protección de datos EMC, en diciembre los casos de «phishing» se incrementaron en todo el mundo un 66%, de modo que ascendieron a 13.013 frente a los 7.833 de noviembre.
El país que más sufrió este tipo de fraude fue Estados Unidos, con el 62% de los intentos, seguido del Reino Unido, con un 11%, y España, que ocupó el tercer puesto con un 7%. En el último mes de 2007, fueron 12 las entidades financieras españolas que sufrieron ataques de «phishing», hasta un total de 57.
En cuanto a los países de procedencia del «phishing», el 44% de los correos electrónicos provinieron de Estados Unidos, el 16% de Japón y el 12% de China.