Un equipo de investigadores andaluces está demostrando la eficacia que la luz solar puede tener en la descontaminación de líquidos o gases provenientes de instalaciones industriales. El procedimiento que están utilizando se denomina fotocatálisis heterogénea.
Estos expertos, dirigidos por el profesor del departamento de Química de la Universidad de Sevilla José Antonio Navío, buscan desarrollar una nueva generación de materiales en forma de polvo y de tamaño nanométrico basados en óxido de titanio y óxido de zinc, dos sustancias que poseen una actividad fotocalítica capaz de absorber la luz del sol y reaccionar eliminando las partículas de contaminación orgánica existentes. Así, aplicándolos a las zonas contaminadas se conseguiría destruir las impurezas de los líquidos o gases emitidos por las fábricas.
El equipo investigador ya ha conseguido demostrar en el laboratorio, con lámparas de luz ultravioleta, la eliminación de pigmentos orgánicos y fenoles, dos de los contaminantes más peligrosos y comunes en industrias como la textil o la de pinturas.
Autolimpieza
Esta tecnología permitiría además, por ejemplo, que el espejo retrovisor de un coche no acumulara el agua de la lluvia en forma de gotas, algo que en muchas ocasiones impide una visión correcta al conductor. Así, con un recubrimiento de esta solución innovadora en el espejo se podría mirar a través de él sin molestias ni distorsiones ópticas.
«Si el cristal de una ventana se tratara previamente con un material fotocatalizador, éste reaccionaría con la luz del sol y permitiría que sobre su superficie se acumulara menos suciedad que sobre un cristal normal», explica Gerardo Colón, profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Pero la fotocatálisis heterogénea no está destinada a convertirse en el único medio para la descontaminación. «De momento, aunque es una tecnología muy estudiada, no puede convertirse en una solución única, sino complementaria», ya que por sí sola no puede garantizar la descontaminación a gran escala, afirma Colón.