El pasado sábado entraron en vigor las nuevas tarifas del gas natural para el mercado regulado, que implican una subida media del 2,14% para los consumidores domésticos, según informó el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Este aumento es consecuencia del encarecimiento de la materia prima, debido a la subida de las cotizaciones del barril de crudo Brent ( del 13,77 %), de referencia en Europa, que se traslada a todas las tarifas del gas natural.
En concreto, el aumento para los consumidores de la tarifa T1, a la que están acogidos la mayoría de los abonados (el 51%), es del 1,74%; del 2,04% para los usuarios de la tarifa T2; del 2,60% para los consumidores de la tarifa T3; y del 2,82% para los abonados a la tarifa T4.
Revisión trimestral
Este aumento es el resultado de la aplicación automática del procedimiento de revisión trimestral de las tarifas, consistente en la resolución de una fórmula de cálculo cuyas variables principales son las cotizaciones de los productos petrolíferos en los mercados internacionales, y la paridad del euro frente al dólar.
Esta revisión se traduce en un incremento de 0,090725 cents/kWh en el coste de la materia prima, que pasa de 2,192700 a 2,283425 cent/Kwh (4,14% de incremento). El precio de cesión a las empresas distribuidoras se sitúa en 2,332625 cent/Kwh (4,05% de incremento).
Apreciación del euro
La apreciación del valor medio del euro ha reducido el efecto de las subidas anteriores, ya que se ha apreciado respecto al dólar un 3,26% con relación al porcentaje empleado en los cálculos del anterior precio, vigente desde enero.
Los precios finales del gas se revisan cada trimestre, siempre que el coste de la materia prima experimente variaciones superiores al 2%
Sin contar con dicha apreciación del euro, el coste de la materia prima se habría incrementado en un 7,78%, en lugar del 4,14% que ha subido teniendo en cuenta la apreciación del euro.
El nuevo coste estará vigente hasta julio y, sumado al incremento aprobado en enero, supone un alza de casi el 7% para el bolsillo de las familias el presente año, muy por encima de la inflación acumulada desde principios del mismo y también de la elevada tasa interanual (4,5%).
Los precios finales del gas se revisan cada trimestre (enero, abril, julio y octubre), siempre que el coste de la materia prima experimente variaciones superiores al 2%. La liberalización del gas está más avanzada que la del sector eléctrico, y se prevé que la tarifa desaparezca en julio, pero los hogares y el pequeño comercio podrán mantenerse en la «tarifa de último recurso», cuya evolución seguirá determinando el Ministerio tras recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de la Energía.
