La Comisión Europea ha advertido del alto número de lámparas y alargadores que presentan defectos en su seguridad y ha emplazado a la industria del sector a tener en cuenta estos datos y tomar medidas al respecto.
Bruselas se basa en dos proyectos de supervisión conjunta del mercado realizados por 15 Estados miembros, entre ellos España, cuyas autoridades analizaron productos sospechosos en estas categorías y hallaron deficiencias en cuanto al etiquetado o al cumplimiento de las normas europeas de seguridad.
Según el Ejecutivo comunitario, las autoridades de vigilancia ya tomaron medidas sobre los productos defectuosos. La Comisión apuntó que esta colaboración entre Estados miembros permite mejorar los mecanismos de la Unión para proteger a los consumidores.
Un grupo de trabajo coordinó las dos acciones conjuntas para la vigilancia transfronteriza en el mercado europeo. De acuerdo a los datos de este grupo y a las estadísticas del sistema de alerta Rapex, la iluminación es la categoría de aparatos eléctricos más relacionada con el riesgo de accidente o lesiones (suma un 50% de los casos).
Solo el 5% de las 226 lámparas analizadas para el primer estudio pasó el examen sin mostrar ninguna deficiencia, ya fuera técnica o administrativa. Bruselas señaló que los defectos detectados en la mayoría de los objetos de la muestra fueron considerados lo «suficientemente serios» como para exigir una solución, pero que «no suponían un peligro inmediato para el consumidor».
La portavoz comunitaria de Protección al Consumidor, Helen Kearns, explicó que el objetivo de este proyecto es el de «mejorar la calidad del mercado en general», y anunció que Bruselas está desarrollando cinco estudios similares sobre otros tantos productos, desde la iluminación navideña hasta equipamiento para parques infantiles.