Realizar la mudanza uno mismo resulta muy trabajoso, hay que embalar todos los muebles, realizar un inventario, transportar los enseres, cargar y descargar el camión, etc. Pero cuesta menos dinero que contratar una agencia y evita el hecho de tener que poner en manos desconocidas todas las pertenencias.
Si se dispone de un vehículo adecuado para realizar el traslado, el único gasto será el material para empaquetar y el combustible que consuma el camión. En cambio, si no se dispone de un medio de transporte que permita realizar esta operación, el mayor gasto será pagar este alquiler.
Pero si se contrata la mudanza con una agencia, en primer lugar habrá que hacer una investigación exhaustiva antes de decantarse por una de ellas. Siempre es preferible optar por las empresas que se encuentren legalmente establecidas y que tengan un prestigio reconocido. Así, se evitarán sustos innecesarios.
Una vez elegida la compañía adecuada, con unas semanas de antelación al gran día de la mudanza, ésta suele enviar a un trabajador para estimar el volumen, el peso y las características de todo lo que va a trasladar. Con estos datos podrá elaborar un presupuesto a medida.
El coste de este tipo de mudanza suele estar en relación al tamaño de camión utilizado, el número de empleados, el peso de lo que está mudando y la distancia que hay que recorrer hasta el nuevo destino. También hay que incluir en el coste del servicio de empacar y desempacar, si éste es desarrollado por la agencia. Generalmente, los materiales para embalar, como cajas, plásticos o papel representan un cargo adicional.
Además, es aconsejable hacer un inventario de los enseres que se van a transportar. Esta misma operación debería ser desarrollada por la compañía de mudanzas. Así, se puede confirmar que todo es correcto antes de la firma del contrato y se evitarán discrepancias por si falta algún artículo. Es importante guardar una copia del albarán para posteriores reclamaciones y condicionar la firma de la factura de entrega a un plazo de revisión de la mercancía de 24 horas.
En el caso de poseer muebles u objetos de arte valiosos, es recomendable fotografiarlos antes de la mudanza. De esta forma, si sufren algún desperfecto durante la misma se tendrán pruebas que presentar ante el seguro. Previamente se debe comprobar que la compañía de mudanzas dispone de seguro por traslado de enseres.
La mayoría de las empresas exigen el pago del servicio por anticipado. Sin embargo, por ley, el consumidor no tiene que abonar el dinero hasta que el servicio esté completado. Lo normal es llegar a un acuerdo entre las partes, consistente en que el cliente adelante un porcentaje en el momento de la firma del contrato. Asimismo, hay que solicitar la factura con el correspondiente Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).