Un informe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) pone de manifiesto que el pasado julio fue el quinto mes más caluroso desde que se empezaron a tomar mediciones, en 1880.
Según la NOAA, el séptimo mes del año superó en casi medio grado (+0,48) la temperatura media, siendo necesario remontarse una década hasta encontrar una cifra superior (+0,67). Las zonas que más han acusado el incremento térmico son Japón, Gran Bretaña y el noroeste de África, rebasando en un grado la media local. Por contra, el noroeste de Europa, las áreas interiores de Rusia y México han experimentado un ligero enfriamiento.
En cuanto a las precipitaciones, en Noruega, el norte de Estados Unidos y gran parte de Sudamérica apenas llovió durante julio. En Australia se da un caso curioso: mientras que en la parte meridional no cayó ni una gota, la agencia de meteorología australiana informó de «intensas lluvias fuera de temporada» en la región de Queensland, en el área central.
Respecto al deshielo, el informe indica que en el hemisferio sur el pasado julio fue el décimo desde 1979 en el que menos han cedido los glaciares. En el hemisferio norte, en cambio, fue el cuarto mes de julio en pérdida de hielo desde el año 1979.
El informe confirma además la tendencia global al alza térmica. Según las mediciones tomadas a lo largo del año, este primer tramo de 2008 se presenta como el noveno más cálido desde que se iniciaron las mediciones. Esto es, de los últimos 128 años, sólo ocho han registrado temperaturas superiores al presente.