Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha conseguido, por primera vez, identificar el grupo sanguíneo de dos individuos neandertales («Homo neanderthalensis») en el yacimiento asturiano de El Sidrón. Ambos ejemplares, que vivieron hace más de 43.000 años, eran del grupo sanguíneo cero, lo que muestra que la mutación genética que define a este grupo era compartida por los neandertales y los humanos modernos y debió ser heredada del antepasado común de ambas especies.
Los investigadores recuperaron fragmentos del gen implicado en el grupo sanguíneo AB0 en dos individuos neandertales de El Sidrón, a partir del análisis de ADN nuclear de sus restos fósiles, y descubrieron que tenían la misma mutación que determina el grupo sanguíneo cero en los humanos actuales. «El hecho de que algunos neandertales fueran del grupo cero podría indicar que estaban adaptados a algún patógeno con el que habrían entrado en contacto durante su larga permanencia en Eurasia», explica el investigador del CSIC Carles Lalueza.
Los individuos del grupo cero no tienen antígenos en la membrana de sus glóbulos rojos, lo que podría implicar una mayor resistencia a algunas enfermedades, dado que algunos patógenos emplean estos antígenos como puntos de reconocimiento de la célula que van a infectar. «Éste sería el primer gen recuperado en neandertales que puede estar asociado a la resistencia a las enfermedades», señala Antonio Rosas, paleobiólogo del CSIC y coautor del estudio. Para Rosas, que trabaja en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, en Madrid, «estudiar la evolución de los grupos sanguíneos en especies fósiles es de gran ayuda para comprender cuáles han sido las fuerzas selectivas que han modelado la evolución».
Los sapiens tienen tres variantes del sistema genético AB0 que determinan cuatro grupos sanguíneos diferentes: A, B, AB y 0. Se estima que los linajes de neandertales y humanos modernos se separaron hace, al menos, medio millón de años. Entonces, ¿cuándo se pudo producir esta mutación? «No sabemos con seguridad cuándo pudo producirse la mutación genética, pero debió pasar entre la separación de chimpancés y humanos, hace entre seis y siete millones de años, y el antepasado común que vivió hace más de medio millón de años», apunta Lalueza.