Un informe presentado por Greenpeace en el Foro Social Mundial, que se celebra estos días en Belem (Brasil), ilustra con imágenes de satélite la relación directa entre la expansión de la ganadería y la deforestación en el Estado de Mato Grosso, el área de la Amazonia con mayor tasa de destrucción de bosques.
«La expansión de la ganadería es la principal causa de la destrucción de la Amazonia brasileña, ya que el 79,5% de las zonas deforestadas están ocupadas por pastizales destinados al ganado», denuncia el estudio, que lleva por título «Impacto de la ganadería en la Amazonia. Mato Grosso: Estado de destrucción».
Entre 1996 y 2006, diez millones de hectáreas de selva, un área equivalente a Islandia, fueron destruidas para la cría de ganado, según la organización ecologista. Actualmente, Brasil tiene la cabaña ganadera comercial más grande del mundo y es el mayor exportador de carne de vacuno del planeta. Los planes del Gobierno brasileño buscan doblar sus exportaciones de carne de vaca en un 60% para el año 2018.
«Las subvenciones del Gobierno a la industria ganadera están en contradicción con sus promesas de detener la deforestación como forma de salvar el clima», declaró Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace España.
Emisiones de gases
El estudio recuerda que en diciembre se reunirán en Copenhague (Dinamarca) los representantes políticos de todo el mundo para debatir sobre la reducción de gases de efecto invernadero. Y dado que la destrucción de los bosques supone casi la quinta parte de las emisiones, cualquier acuerdo para salvar el clima deberá incluir medidas para reducir a la mitad la deforestación, señala Greenpeace.
«Este informe apunta de nuevo la necesidad urgente de tomar medidas para frenar la deforestación», apuntó Soto. «En los próximos meses necesitamos ver la firme voluntad de la Unión Europea y de otros gobiernos para salvar a los bosques del mundo igual que han hecho para salvar a los bancos».