Un sector de 14.000 kilómetros cuadrados -superficie equivalente a dos veces el tamaño del País Vasco- de la plataforma de hielo Wilkins se ha desprendido y fragmentado en la Antártida como consecuencia del calentamiento global. «Los gigantescos icebergs en los que se ha descompuesto esa área helada comienzan a dispersarse por el Océano Austral», señala el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que cuenta con un equipo de expertos en la zona a bordo del buque de investigación oceanográfica «Hespérides».
Estos científicos, que trabajan en el marco del proyecto ATOS, analizan el impacto del colapso sobre el ecosistema del Mar de Belinghausen (al oeste de la península antártica). Precisamente, han observado cómo el frente de hielo de Belinghausen se fundía 550 kilómetros en dos semanas. Los investigadores dicen que las temperaturas del agua son extraordinariamente cálidas en esta región.
Jordi Dachs, jefe científico de la campaña ATOS, explica que «hay evidencias de una producción biológica muy elevada en la zona donde se están recibiendo los hielos liberados. Por un lado, la presencia de fauna es muy abundante, con la mayor concentración de ballenas yubarta y focas leopardo que hemos encontrado hasta el momento. Además, hemos detectado concentraciones muy bajas de CO2 en el agua marina, lo que sugiere que el aumento de penetración de la luz y los materiales que liberan los icebergs al fundirse fertilizan el océano».
Asimismo, según cuentan los investigadores, el desprendimiento y fragmentación del enorme sector helado producirá el consecuente aumento del nivel del mar.
La plataforma Wilkins es una gran superficie de hielo sobre el mar situada al suroeste de la península antártica, a una distancia de unos 1.600 kilómetros del continente sudamericano. En los últimos 50 años, la Antártida ha experimentado el mayor aumento de temperatura registrado en el planeta: 0,5 grados centígrados por década.