Los países ricos dieron de media en 2008 un 0,30% de su Producto Nacional Bruto (PNB) combinado para ayuda al desarrollo, un porcentaje idéntico al que se alcanzó en 1993. «Es un insulto a la inteligencia y a la dignidad humana ver la desproporción de recursos que los países donantes han destinado a salvar su banca de la crisis y lo que han destinado en ayuda al desarrollo», aseguró Ariane Arpa, directora general de Intermón Oxfam, tras analizar los datos hechos públicos por el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La ONG considera que el incremento de un 10% en la ayuda al desarrollo del conjunto de países donantes (hasta rozar los 120.000 millones de dólares) tiene de positivo que revierte la tendencia descendente de los últimos dos años, pero está lejos de los 8,4 billones de dólares movilizados por esos mismos países para apuntalar su sistema financiero.
«Cuando está a punto de comenzar la cumbre del G-20 en Londres para buscar soluciones a la crisis económica, el dato del insignificante incremento de la ayuda al desarrollo demuestra la tacañería de los donantes, que encuentran dinero debajo de las piedras para salvar su sistema financiero y parecen miopes a la hora de encontrar los recursos comprometidos para luchar contra la pobreza», explicó Arpa.
Tan sólo la aseguradora estadounidense AIG recibió 175.000 millones de dólares para su rescate, 50.000 millones más que la suma de la ayuda al desarrollo de los 22 países donantes. Sin embargo, Estados Unidos sólo dedicó 26.000 millones a ayuda al desarrollo, un 0,18% de su PNB.
«Los países en desarrollo se están viendo afectados de forma desproporcionada por una crisis económica que ellos no han generado, pero la respuesta de la comunidad internacional es mirar su propio ombligo. Les estamos abandonando a la deriva, ahogando los avances que se habían conseguido. Con esta perspectiva cabe preguntarse en qué pensaban los países más ricos cuando firmaron los Objetivos del Milenio, que se establecieron como metas mínimas y alcanzables en un periodo corto de tiempo», añadió Arpa.
El caso de España
España incrementó su ayuda al desarrollo en 2008 en un 19,4% con respecto a 2007, según la ONG. Esto sitúa a nuestro país en el octavo lugar en relación al esfuerzo respecto a su PNB (0,43%) y en el séptimo en relación a volumen de ayuda (unos 4.880 millones de euros).
Pese a que este incremento es «muy positivo», Intermón subraya que España se quedó lejos de su compromiso de alcanzar el 0,5% y teme que no logre llegar al 0,7% prometido al final de la legislatura.