La Comisión Europea ha dado luz verde al plan del Reino Unido que permitirá a las familias afectadas por la crisis económica reducir las cuotas mensuales de sus créditos hipotecarios. Esta medida, que es similar a la moratoria española, busca reducir el número de viviendas embargadas.
Para la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, el plan británico «es apropiado» y «compatible con las normas europeas». Asimismo, considera que responde al interés general puesto que ayuda a los individuos «que están en dificultades como resultado de la recesión».
Gracias a esta iniciativa, personas que han visto gravemente reducidos sus ingresos podrán disminuir las cuotas mensuales durante dos años para evitar la ejecución de sus hipotecas y poder así mantener sus viviendas. La medida es similar a la adoptada en España, donde las personas sin empleo pueden aplazar el pago del 50% de sus cuotas durante dos años.
En la misma línea, Estados Unidos ha puesto a disposición de seis entidades financieras 9.900 millones de dólares hacer menos onerosas las condiciones de los acuerdos hipotecarios firmados por las familias e impedir las ejecuciones.
En el caso británico, el Estado garantizará a los bancos los pagos pospuestos durante cuatro años, pero sólo tendrá que abonar el dinero si finalmente el cliente no puede hacer frente a la hipoteca y el resultado de la ejecución no es suficiente para cubrir el valor del préstamo.