El envío de 20 hectómetros cúbicos de agua del trasvase Tajo-Segura al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), una decisión adoptada el pasado mes de abril por parte del Consejo de Ministros, se ha demostrado ineficaz para solucionar los problemas de sequía que asolan al citadoespacio natural.
Y es que de los 20 hectómetros, a Las Tablas de Daimiel ha llegado de manera íntegra menos de uno, una cantidad que sólo ha servido para inundar 15 de las 1.900 hectáreas del parque nacional. Ello se debe a que la mayor parte del agua se ha evaporado en el camino desde los embalses de la cabecera del Tajo por las altas temperaturas de los últimos meses. Además se han registrado filtraciones en un tramo del río Cigüela.
Ya en abril algunos expertos advirtieron de que las condiciones medioambientales no eran las más adecuadas para garantizar el máximo rendimiento de este trasvase y que hubiera sido más eficaz entre diciembre y enero. «Las condiciones han sido especialmente negativas porque el cauce está muy seco después de una primavera muy seca y esto ha hecho ineficaz el trasvase porque su ejecución ha sido tardía», afirmó esta semana el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Eduardo Alvarado. A pesar de ello, el presidente de la CHG se alegró por el hecho de que, al menos, haya beneficiado a 15 hectáreas del parque y haya servido para vigilar el control de las concesiones en todo el cauce.
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel es el último representante del ecosistema conocido como «tablas fluviales». Desde hace años sufre una lenta agonía por la sequía y por la sobreexplotación de los acuíferos de la zona durante las últimas décadas.