Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) han alcanzado un acuerdo político sobre las nuevas reglas europeas contra la pesca irregular, que incluye, entre otras medidas, la imposición de un carné por puntos en el que se acumularán las infracciones. Cuando se supere el límite de faltas «admitidas», se retirará la licencia de pesca a la empresa o el armador sancionados.
La UE también contempla castigar a los Estados miembros. En el caso de que estos muestren «dejadez» en el cumplimiento del reglamento se procederá a la suspensión o retirada de ayudas comunitarias. Otra disposición de la nueva norma es un sistema llamado «payback», por el que quien exceda su cuota de pesca asignada deberá pagar por dicho excedente, al que se aplicará un coeficiente de 1,5 puntos.
El Reglamento aprobado el martes responde a una iniciativa de la Comisión Europea de noviembre de 2008, que vio la luz ante la constatación de que la Política Pesquera Común había fracasado en su objetivo central de mantener a los recursos pesqueros en un determinado nivel. La nueva normativa sustituye a la hasta ahora vigente desde hace 15 años y tiene como objetivo combatir con más eficacia la pesca ilegal y promover sanciones más duras con efecto «disuasorio».
Los encargados de velar por el cumplimiento del sistema de control serán inspectores de la UE, que tendrán potestad para subir a las embarcaciones para evaluar su actuación. Estarán autorizados a subir a bordo aún cuando no haya inspectores nacionales, aunque se aconsejará que lo hagan acompañados por estos últimos. Los inspectores europeos no tendrán competencias superiores a las de sus homólogos nacionales.
La ministra española de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, calificó el nuevo reglamento de «equilibrado», en la medida en que, aunque la normativa entrará en vigor el próximo 1 de enero, sus disposiciones más conflictivas no lo harán hasta 2011.
La Comisión Europea aceptó dar un año más de plazo para la aplicación de la mayor parte de las disposiciones, tales como contar con diarios de a bordo electrónicos o personal de vigilancia, por la necesidad de tiempo para introducir estos cambios o por ser medidas costosas.