En la Sociedad de la Información actual se entiende por Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) el uso de herramientas como Internet, correo electrónico, bases de datos, CDs y utilización de ordenadores. Se trata de nuevas tecnologías que encuentran su aplicación en todas las áreas de desarrollo: educación, medio ambiente, derechos humanos, desastres naturales, ayuda humanitaria y gobernabilidad. Por esta razón, en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (2003-2005) se acordó trabajar por lograr que la labor en pro de las necesidades humanas no quedara fuera de la sociedad de la información. También se propuso a los Estados participantes desarrollar para 2005 «cyber estrategias» que promuevan el acceso y uso de las TIC para potenciar el desarrollo humano.
En esta línea, el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas incluye como factor estratégico para reducir a la mitad la pobreza en 2015 las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Mientras que los países desarrollados tienen un 80% de los usuarios de Internet de todo el mundo, los menos desarrollados, como Méjico, sólo alcanzan un 2,5%. Estas cifras constatan la gran brecha entre ambos mundos, en los que el acceso y el aprovechamiento de la tecnología es muy desigual.
Cómo hacer de las TIC un auténtico instrumento de desarrollo
Amnistía internacional dejó clara en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información su apuesta por lograr los desafíos tecnológicos necesarios sin obviar los Derechos Económicos, Sociales y Culturales asumidos por la ONU, y explicó cómo hacerlo. «La llamada a la participación dentro de la red, a la sociedad civil, debe tener una razón clara, ya que si los habitantes no saben para qué sirve, la convocatoria no tendrá mucho eco. No podemos llegar a una comunidad diciendo que los derechos que poseen les permitirá tener una casa digna y una educación de calidad mediante el uso de las TIC», explican desde esta organización internacional. «Pero sí les permitirán conocer sus derechos dentro de la sociedad en la que se encuentran, ya sea rural o urbana, para que puedan desarrollar su expresión dentro de la red, mediante interlocutores colectivos que hagan posible que las decisiones sean desarrolladas dentro de Internet, mediante la integración de los sectores sociales», añaden.
Objetivos que los países más desfavorecidos pretenden alcanzar a través de estas herramientas:
- Mejorar los servicios de acceso. La provisión a un costo razonable de acceso a las infraestructuras de telecomunicaciones, incluyendo la banda ancha, el fortalecimiento de la industria nacional de aplicaciones y servicios, la adecuación de las políticas de licitación de los organismos internacionales para permitir la participación de la industria local calificada y las estrategias de desarrollo son claves para la reducción de la brecha digital.
- Dada la importancia que tienen los estándares técnicos en el desarrollo de la sociedad de la información, estos países deberán realizar análisis económicos y técnicos periódicos y profundos con el fin de asegurar que la sociedad de la información regional no quede al margen de las tendencias mundiales ni limitada a determinadas soluciones tecnológicas. Deberán considerarse los estándares, los servicios y los modelos de código fuente abiertos como Lynux.
- Establecer marcos legislativos nacionales apropiados con el fin de que resguarden el interés público y general, así como la propiedad intelectual y alienten las transacciones y comunicaciones electrónicas. La gobernabilidad multilateral, transparente y democrática de Internet debería formar parte de este esfuerzo, teniendo en cuenta las necesidades de los sectores públicos y privados, así como de la sociedad civil.
- Buscar medios para financiar las actividades destinadas a construir una sociedad de la información, dentro de un contexto nacional de desarrollo. Las políticas proactivas deben orientarse a incentivar las inversiones públicas y privadas en conectividad y servicios de TIC. Es necesario inducir la participación empresarial en el desarrollo y ejecución de las prioridades y proyectos nacionales y regionales de desarrollo, a fin de crear un círculo virtuoso que no sólo atraiga y mantenga a las empresas en la región, sino que también impulse la actividad local con un mayor contenido tecnológico.
- Es indispensable difundir información sobre el potencial de las nuevas tecnologías mediante el intercambio de información sobre mejores prácticas, campañas, proyectos piloto, demostraciones y debates públicos. Los cursos sobre «alfabetización digital» deben estar destinados a capacitar a la población en el uso de las tecnologías de información y comunicación, y los cursos destinados a los usuarios de las TIC deben entregarles las competencias necesarias para la utilización y producción de contenidos útiles y socialmente significativos, en beneficio de todos los niveles socioeconómicos. El proceso de formación y mantenimiento de una fuerza de trabajo que actúe como pilar de la sociedad de la información debe llevarse a cabo en estrecha cooperación con el sector privado y la sociedad civil en general.
- Hacer hincapié en la educación de usuarios clave de las tecnologías de información y comunicación, incluidos pero no limitados a profesores, funcionarios públicos, médicos, enfermeras y dirigentes comunitarios. Deberán establecerse incentivos para estimular la adaptación a las nuevas formas de comunicación e interacción.
- Posibilidad de que se fortalezcan las redes locales
- La participación en la formulación de las políticas y decisiones de la sociedad
- Fomentar la inclusión
- Fortalecer las gestiones locales
- Cultivar la diversidad dentro de la red
- Promover experiencias
- Potenciar alianzas sociales económicas y laborales
- Superar las barreras de aislamiento social, económico y geográfico
- Aumentar el acceso a la información y la educación
- Búsqueda conjunta de soluciones entre el Gobierno y la sociedad civil.