La población española aumentará en 2,1 millones de habitantes en los próximos 40 años, hasta rozar los 48 millones en 2049, según se desprende de la Proyección de Población de España a Largo Plazo elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que se basa en la estructura demográfica española actual y las tendencias demográficas. Además, los datos publicados por el INE indican que la población mayor de 64 años podría duplicarse y pasar a representar el 31,9% de la población total.
Esta simulación se atiene a resultados que muestran el efecto que en el largo plazo tendrían la evolución de la fecundidad, la mortalidad y las migraciones. Además, se ha elaborado en base a un flujo inmigratorio anual constante de 400.000 personas desde 2019, explica el INE.
El escenario poblacional preocupante, ya que la estructura demográfica actual de la población de nuestro país y las tendencias demográficas actuales «nos llevarían a un escenario de reducidas tasas de crecimiento futuro» y de un progresivo envejecimiento de la población. De hecho, los mayores crecimientos absolutos y relativos en los próximos 40 años se concentrarían en las edades avanzadas. Concretamente, el grupo de edad de mayores de 64 años.
Por otro lado, la población de 0 a 15 años se incrementaría en 157 mil personas (un 2,2%), lo que se derivaría de la prolongación futura de las tendencias al crecimiento de la fecundidad actualmente observada. Sin embargo, la población de 16 a 64 años, se vería disminuida en más de medio millón de efectivos, un 18,4% de su volumen actual.
Con ello, por cada 10 personas en edad de trabajar, en 2049 residirían en España casi nueve personas potencialmente inactivas (menor de 16 años o mayor de 64). Es decir, la tasa de dependencia (la diferencia entre la población activa y la inactiva) se elevaría hasta el 89,6%, desde el 47,8% actual.
Crecimiento vegetativo
Con respecto al crecimiento vegetativo y migratorio, el INE estima que la continuidad futura de las tendencias recientes de la fecundidad llevaría al número medio de hijos por mujer hasta un nivel de 1,71 en 2048. Dicha hipótesis «no sería suficiente para evitar el descenso en el número absoluto de nacimientos en las próximas dos décadas, como consecuencia de la reducción del efectivo de mujeres en edad fértil». Según el INE, el número de nacidos no volvería a elevarse hasta 2028, una vez superado el efecto sobre la pirámide poblacional femenina que produjo la crisis de natalidad de los años 80.
La esperanza de vida al nacimiento alcanzaría los 84,3 años en los varones y los 89,9 años en las mujeres en 2048
Por otro lado, de mantenerse los ritmos actuales de reducción de la incidencia de la mortalidad por edad sobre la población de España, la esperanza de vida al nacimiento alcanzaría los 84,3 años en los varones y los 89,9 años en las mujeres en 2048, incrementándose desde 2007 en 6,5 y 5,8 años, respectivamente. No obstante, el mayor tamaño poblacional y una estructura demográfica cada vez más envejecida producirían un continuo crecimiento del número anual de defunciones. Con ello, el saldo entre nacimientos y defunciones «entraría en una dinámica continuamente decreciente» y el excedente vegetativo, tras haber alcanzado su máximo de las últimas décadas en 2008, acabaría volviéndose en negativo a partir de 2020, lo cual supondría un fuerte freno al crecimiento poblacional.
En lo referente al fenómeno migratorio, para el corto plazo (próximos 10 años), la proyección se ha realizado en base a una hipótesis de decrecimiento en el flujo de inmigrantes hasta los 3,8 millones entre 2009 y 2019, un millón menos que los observados entre 2002 y 2008. A partir de 2019, los resultados corresponden a un flujo anual constante de 400 mil inmigrantes. Esto supondría que la extensión al largo plazo de los comportamientos actualmente observados de la emigración exterior, muy ligada a la entrada previa de inmigrantes, llevaría a España a presentar un saldo migratorio externo de 2,6 millones de migrantes netos en los próximos 40 años.