La Comisión de Igualdad y Derechos Humanos del Reino Unido denuncia en una carta enviada al secretario de transportes, Andrew Adonis, que el uso de escáneres corporales en los aeropuertos británicos puede suponer una violación de los Derechos Humanos y de las leyes vigentes en el país.
Los escáneres corporales ya se han instalado en el aeropuerto londinense de Heathrow y en el de Manchester. Sin embargo, la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos expresa sus «serias dudas de que la decisión de extenderlos a todos los aeropuertos británicos cumpla con la ley». El organismo señala que los escáneres podrían fomentar prácticas discriminatorias contra grupos de población vulnerables e irían en contra de la protección de la intimidad.
La comisión indica que una de sus principales preocupaciones es saber cuáles serán los criterios para determinar qué personas tendrán que pasar por estos controles. A este respecto, critica «la aparente ausencia de salvaguardas que aseguren que los escáneres corporales vayan a utilizarse conforme a la legalidad, la justicia y a procedimientos no discriminatorios».
Por su parte, el Departamento de Transportes británico reafirma su compromiso para garantizar que las medidas protejan la seguridad de todos los ciudadanos y se utilicen con respeto a las leyes, de una forma proporcionada y no discriminatoria. También afirma que aquellos pasajeros seleccionados para los controles aleatorios «no serán elegidos por ninguna característica personal» y que publicará en breve un código de actuación para acallar las preocupaciones relacionadas con la privacidad de los pasajeros.
