El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, abrirá este lunes la negociación para la reforma de las pensiones con su comparecencia ante la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados para explicar a los grupos parlamentarios las propuestas del Ejecutivo central sobre la materia. Entre las medidas que se debatirán, destaca la posibilidad de retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.
En su intervención, el ministro trasladará a los comisionados la idea de que las proyecciones demográficas de España no urgen las reformas, pero aconsejan poner manos a la obra para garantizar la viabilidad del sistema dentro de veinte o más años.
Tras la comparecencia de Corbacho, la Comisión del Pacto de Toledo proseguirá sus trabajos e intentará redactar por consenso una serie de recomendaciones en lo que resta de año. La previsión del Ministerio de Trabajo es que la labor de la Comisión se extienda hasta finales de este año, de manera que la aprobación por parte del Pleno del Congreso de las recomendaciones que salgan del Pacto, así como todo el proceso de negociación con los agentes sociales y la posterior modificación de la ley de la Seguridad Social, se extiendan hasta 2012. De esta forma, la reforma de las pensiones entraría en vigor al año siguiente.
Además del ministro, comparecerán en la Comisión en las próximas semanas representantes de asociaciones de discapacitados, jubilados, prejubilados y viudas. También intervendrá la vicepresidenta económica, Elena Salgado, aunque aún no se ha fijado la fecha.
Ya han intervenido ante la Comisión la Confederación española de organizaciones de mayores (CEOMA) y la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados (UDP). El presidente de CEOMA, Luis Méler, exigió la eliminación de la edad «obligatoria» de la jubilación a los 65 años y abogó por una jubilación «voluntaria y flexible», al tiempo que alertó de que aumentar el período de cálculo de cotización para cobrar la pensión supone «superar el umbral de la pobreza para los futuros pensionistas».
Por su parte, el presidente de la UDP se mostró contrario a la prórroga a los 67 años la edad de la jubilación ya que «antes deberían desincentivarse las prejubilaciones masivas que van a cargo del sistema de la Seguridad Social». También hizo mención a la necesidad de implementar fórmulas «justas» entre el esfuerzo contributivo que realiza un trabajador y las prestaciones que recibe, al computarse sólo los últimos años de su vida laboral.