El Ejecutivo ha propuesto que la prestación de parogripe de los autónomos, denominada indemnización por cese involuntario de la actividad, ascienda a dos meses por ejercicio cubierto. El tope máximo se fijaría en medio año tras aportar 36 mensualidades, si bien casi el 90% de los autónomos prefiere pagar una cantidad mayor a la Seguridad Social para garantizar un sistema de desempleo más duradero. Esta prestación podría ser una realidad en 2012, a partir del momento en el que el Gobierno propone pagar un 1% y un 2% de la base de cotización (nueve euros de media) al mes durante el primer y el segundo año de vigencia de la cobertura, respectivamente.
La puesta en marcha de esta ayuda es un mandato del Estatuto del Trabajador por Cuenta Propia. El Ejecutivo elaboró un borrador que, convertido en proyecto de ley, ha iniciado el trámite parlamentario que de forma previsible terminará en 2010. El próximo año se considera un periodo de carencia, es decir, sólo de aportación, por lo que la prestación podría ser un hecho en 2012.
El proyecto de ley ha recibido más de un centenar de enmiendas. Los grupos de la oposición reclaman una cobertura temporal más amplia que abarque un año. A esta propuesta se ha sumado la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA). Su presidente, Lorenzo Amor, asegura que el 87% del total de los emprendedores prefiere subir la cotización y contar con más meses de desempleo.
Desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), su secretario general, Sebastián Reyna, califica de barbaridad la pretensión de ATA y de la oposición política. «No está demostrado que para alargar el periodo de protección sea necesario subir la cotización fijada en principio en el 1% y en 2%», dijo. «Hay margen para que se pueda mejorar la cobertura hasta los 12 meses sin necesidad de modificar la aportación a la Seguridad Social», añadió. «No es adecuado subir la cotización sin haber contrastado si es suficiente con el 1% y el 2%», insistió.