Un equipo de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica) ha descubierto un homínido, «Australopithecus sediba», que vivió hace unos dos millones de años y estaría en el origen del género «Homo», el correspondiente a los humanos. Este nuevo homínido tiene brazos largos como los de un simio, manos pequeñas y fuertes, una pelvis muy avanzada y piernas largas que le capacitarían para caminar y correr.
Los restos fósiles corresponden a los esqueletos de dos individuos, un macho de entre 10 y 13 años y una hembra a finales de la veintena o principios de la treintena, que vivieron hace 1,9 millones de años y murieron al caer al fondo de una cueva al mismo tiempo o con unas semanas de diferencia. «Calculamos que ambos medían 1,27 metros, aunque el chico podía haber llegado a ser más alto. Cuando murieron, la mujer pesaba unos 33 kilos y el joven unos 27», señaló el paleoantropólogo Lee Berger, director de este grupo científico. El cerebro del varón rondaría los 420 centímetros cúbicos (cc) ó 450 cc, pequeño comparado con el humano, pero con una forma que parece más evolucionada que la de los «Australopithecus», apuntó el investigador.
El homínido más antiguo conocido -«Sahelanthropus tchadensis»- vivió hace seis o siete millones de años en lo que hoy es Chad. No hay constancia de que ni él ni otros homínidos primitivos como «Orrorin tu genensis», los «Ardipithecus», «Kenyanthropus» y los «Australopithecus» usaran herramientas. La evolución cerebral y las herramientas llegaron con los primeros miembros del género «Homo» hace unos dos millones de años. Los orígenes de este género son desde hace años objeto de debate entre los científicos, incapaces de precisar de qué especie de «Australopithecus» procede. En esta incógnita, a juicio de Berger, entra «A. sediba», protagonista de la portada de la revista «Science». «Creo que es un buen candidato para la especie de transición entre los ‘Australopithecus’ y ‘Homo habilis’ u ‘H. erectus'», dijo.
«A. sediba» comparte con el «Australopithecus» el tamaño del cerebro -que ronda los 420 cc-, los 1,3 metros de altura y sus largos brazos, características que le emparentan con «A. africanus», que vivió hace 3 ó 2,4 millones de años en el sur de África. Se parece al «Homo» en los dientes más pequeños, unos pómulos menos pronunciados, una nariz más prominente, las piernas largas y una cadera parecida a la del «H. erectus». Esa mezcla de características hace que los científicos que han examinado los fósiles y conocían antes el hallazgo discrepen sobre el género al que pertenece la nueva especie.