Más de 700 millones de personas en todo el mundo carecen de estudios, una cifra que, según estiman Manos Unidas y Unicef, impedirá el cumplimiento de los Objetivos del Milenio en 2015. En el Día Internacional de la Alfabetización, que se celebra hoy, ambas organizaciones han mostrado su «preocupación» por este asunto y han destacado su apuesta por la educación como medio para lograr el desarrollo y la erradicación de la pobreza.
Fijados por 189 naciones de todo el mundo, los Objetivos del Milenio pretenden alcanzar unas metas de desarrollo. Sin embargo, advirtió Manos Unidas, la falta de alfabetización supone un obstáculo para su consecución. «Es un derecho humano esencial para el desarrollo, pero en el mundo hay todavía unos 776 millones de adultos que no son capaces de leer o escribir», lamentó. Otros muchos millones de personas tienen conocimientos insuficientes para comprender los documentos escritos.
La ONG recordó que las mujeres son las más perjudicadas, ya que según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), «las dos terceras partes de los analfabetos adultos que hay en el mundo son mujeres». El desarrollo y la erradicación de la pobreza están relacionados con el nivel de educación de la población, por lo que «el cumplimento de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio depende en gran medida de este factor», defendió.
Unicef destacó «la importancia de la educación», que constituye un derecho humano internacional, por ser «decisiva para el desarrollo de la sociedad y para que siente las bases para un futuro fructífero de desarrollo sostenible». La especialista en derechos de infancia del departamento de sensibilización y derechos de infancia de Unicef, María del Carmen Sáez, explicó que pretenden plasmar los avances y retrocesos en este campo, además de hacer hincapié con programas integrales que conjuguen diferentes ámbitos de actuaciones con el objetivo de lograr extender la enseñanza primaria universal y así «mejorar las condiciones de vida, combatir enfermedades, erradicar la pobreza y allanar el terreno para una realidad sostenible».
Sáez explicó que la educación en las niñas «crea más posibilidades de defenderse de enfermedades como el VIH, pero también las dota de un papel más activo en la toma de decisiones y una mayor preocupación para que sus hijos vayan a la escuela». Sus esfuerzos se centran en que todos los niños tengan acceso a una educación de calidad, en especial, quienes están en situación de mayor vulnerabilidad. «Todavía hay 100 millones de niños que no acuden a la escuela primaria, de los que el 52% son niñas», resaltó, para destacar los progresos respecto a la tasa de matriculación en la escuela primaria, «con un total del 84% de niños».