Las principales redes sociales no están adaptadas a las necesidades de las personas con discapacidad, lo que dificulta el acceso y uso normalizado de estos canales de comunicación y relación social y, por tanto, «aumenta el riesgo de exclusión social» de este grupo, según advierte el Comité Catalán de Representantes de Personas con Discapacidad (COCARMI).
Las personas con discapacidad son uno de los grupos más vulnerables a la «brecha digital«, ya que el acceso a las nuevas tecnologías «no siempre es fácil para las personas con discapacidades sensoriales o intelectuales». Por ello, COCARMI insta a los responsables de estas plataformas, y a las mismas administraciones, a que emprendan medidas que garanticen que la normativa que busca facilitar el acceso universal a Internet se extienda también a estas redes sociales, de manera que tengan las mismas obligaciones de acceso que se exigen para las páginas de Internet públicas y de grandes empresas.
La asociación señala que en el caso de de Facebook, una red social con más de 500 millones de usuarios, no supera los criterios marcados por las Pautas de Accesibilidad al Contenido de la Web. Esto significa que no garantiza el acceso completo de sus usuarios a todos sus servicios e informaciones, independientemente de cómo naveguen o su discapacidad.