El Ejecutivo comunitario ha reclamado avances para hacer más accesibles el mercado de bienes y servicios para las personas con discapacidad. El objetivo es que los cerca de 80 millones de personas discapacitadas en toda la Unión Europea (UE) tengan facilidades para incorporarse a la economía de los Veintisiete.
Para que las personas con discapacidad puedan «participar plenamente» en la economía y la sociedad «necesitan un acceso fácil a los edificios y al transporte públicos, así como a los servicios digitales», expuso la vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) y responsable de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía de la UE, Viviane Reding.
«Una forma muy efectiva de lograrlo es desarrollar normas para productos y servicios accesibles a escala europea y utilizar la contratación pública para promover la accesibilidad de los edificios públicos», explicó Reding, quien destacó su compromiso para construir una Europa «verdaderamente sin barreras» en el horizonte de 2020.
Bruselas quiere promover, entre otras iniciativas, el reconocimiento en toda la UE de las tarjetas de discapacidad nacionales, favorecer un uso más focalizado de la contratación pública y de las normas sobre ayudas estatales, así como promover la normalización. También persigue estudiar una «ley europea de accesibilidad» de cara a desarrollar un mercado único de artículos y servicios accesibles.
Este tipo de medidas deberían generar un «efecto dominó» en la economía europea, en el mercado de los dispositivos y servicios asistidos, entre otros, con un valor estimado de más de 30.000 millones de euros, según los cálculos de la CE.