La «gestión deficiente» de los mercados de la vivienda jugó un «papel importante» en la reciente crisis financiera mundial y podría ralentizar la recuperación económica, según señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Defiende en el informe «Vivienda y Economía: Política de Renovación» que reformas en la regulación del sector financiero, la fiscalidad, el uso del suelo, la normativa del mercado de alquiler y la vivienda social mejorarán el sector inmobiliario y afectarán a la economía en su conjunto, ya que es un sector «clave para la estabilidad y el crecimiento».
Los países de la OCDE han visto el daño causado por unas políticas «mal diseñadas» a través de sus efectos en los mercados de vivienda, afirmó el secretario general de la OCDE, Angel Gurria. «En la medida que buscamos nuevas fuentes de crecimiento, queremos restaurar la confianza en nuestros sectores financieros e intentamos que nuestras economías sean más verdes, las políticas relacionadas con la vivienda pueden tener un gran impacto en nuestro futuro», añadió.
La organización destaca que la facilidad para conseguir un crédito durante las dos últimas décadas amplió la volatilidad de los precios de la vivienda, que han registrado subidas del más del 90% en Australia, Bélgica, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, España y Reino Unido desde 1980 a 2008. La desregulación y la innovación en los mercados hipotecarios, junto con unos marcos de supervisión inadecuados, contribuyeron a una «significativa relajación» en las normas del crédito, a un incremento de la morosidad y a la crisis de las hipotecas «subprime», apunta. Por ello, cree que futuras modificaciones en los mercados hipotecarios deberían estar relacionadas con una vigilancia regulatoria más estrecha y una regulación prudencial.
El informe también indica que las políticas de vivienda que han favorecido la propiedad frente al alquiler han reducido la movilidad tanto laboral como residencial. «Esto es particularmente cierto para hogares con hipotecas que entraron en posiciones negativas de capital debido a la crisis. Los bajos riesgos de movilidad socavan la recuperación en marcha del empleo», agrega. La institución también propone incrementar la capacidad de respuesta de la nueva oferta de vivienda a la demanda del mercado. Cree que los países deben evaluar de nuevo los procedimientos de licencias que limitan el inicio de nuevas vivienda y reconsiderar la regulación del suelo.
La OCDE apuesta además por eliminar las políticas fiscales que favorecen la vivienda sobre otras inversiones, ya que reducen los costes del préstamo, animan las inversiones excesivas, la especulación y la volatilidad de precios, y limitan la movilidad. Defiende así que los impuestos a la propiedad deberían reflejar mejor el valor del mercado.