Un mosquito no clasificado con anterioridad, genéticamente distinto de los subgrupos conocidos y también muy susceptible a los parásitos de malaria, podría tener implicaciones para la transmisión y control de esta enfermedad, según un descubrimiento del Centro Nacional de Francia de Investigación Científica en París que se publica ahora en la revista «Science».
Este equipo de investigadores recopiló mosquitos de estanques cercanos a las villas de Burkina Faso durante cuatro años e identificó un subtipo de mosquito «Anopheles gambiae» que es improbable que se incluyera en recopilaciones anteriores. Los científicos sugieren que esto se debe a que casi todos los mosquitos recogidos para la investigación en el pasado se han tomado en el interior de asentamientos humanos, donde los insectos se pueden capturar con facilidad.
Estos mosquitos, que se encuentran en el interior de las viviendas, muestran ciertas conductas y susceptibilidad a los parásitos de la malaria que los sitúan al margen de los mosquitos que habitan el exterior. Los investigadores creen que la gran mayoría de la transmisión de la malaria se produce a través de la variedad doméstica. Sin embargo, esfuerzos previos para controlar la malaria fracasaron porque los mosquitos del exterior han permitido que la transmisión de la malaria persista a pesar del uso extendido de insecticidas en los hogares.
Los científicos franceses reprodujeron generaciones del subtipo único de «A. Gambiae» en el laboratorio y descubrieron que era más susceptible al parásito «Plasmodium falciparum» que los tipos registrados de mosquitos de interior. Los autores sugieren que este nuevo subgrupo de mosquito podría ser bastante joven en términos evolutivos y señalan que debería capturarse a adultos de este tipo procedentes del medio natural y revisar las medidas de recopilación y control.