Médicos sin Fronterasa (MSF) continúa con su labor de asistencia sanitaria en centros de evacuación de Minami Sanriku, uno de los pueblos más castigados por el tsunami que arrasó el noreste de Japón el pasado 11 de marzo. Dentro de esta labor se incluye el apoyo a seis psicólogos de la Sociedad Japonesa de Psicólogos Clínicos (JSCCP) para asistir a la población evacuada. La organización humanitaria les ayudará a identificar bolsas de población que necesiten asistencia psicológica y les dará apoyo logístico en sus actividades.
«Muchas personas se encuentran ahora en fase de estrés agudo, una respuesta totalmente natural a los niveles de trauma que han sufrido», ha explicado la psicóloga clínica de MSF, Ritsuko Nishimae. «Si no se les da un apoyo psicológico adecuado, tienen más posibilidades de desarrollar trastornos de estrés postraumático», añadió.
Por otra parte, MSF distribuyó la semana pasada 10.000 kits de higiene compuestos por jabón, cepillos de dientes, dentífrico y toallas entre la población evacuada en Minami Sanriku. También anunció que se van a distribuir 4.000 kits con artículos de primera necesidad como pilas, velas y cerillas.
La organización humanitaria indicó que la fase de emergencia del dispositivo nacional de respuesta a la catástrofe «parece ir a la baja, con la retirada paulatina de los equipos japoneses de asistencia médica en desastres y la gradual asunción de responsabilidades médicas por parte de las autoridades locales». En cuanto a la distribución de alimentos, agua y electricidad, la ONG destacó que ha comenzado a mejorar.
MSF continuará con sus actuales actividades médicas en coordinación con las autoridades japonesas y hará seguimiento de la situación en áreas aisladas específicas, donde sus equipos puedan dar apoyo adicional en caso necesario.