Diversas estaciones de la red de vigilancia radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) han detectado «ligeros» aumentos puntuales de la concentración de yodo y cesio en el aire procedentes de Japón, pero son valores «muy bajos» que no repercuten en la salud o el medio ambiente. Las estaciones de medición de gran sensibilidad han detectado entre el 16 y el 29 de marzo unos índices que van desde los 0,9 miliBequerelios por metro cúbico a los 0,002 miliBequerelios por metro cúbico en Barcelona, Bilbao, Cáceres y Sevilla.
Esos valores «no tienen significación desde el punto de vista de la protección radiológica ya que, en todos los casos, son muy bajos y sin ningún peligro para la salud de las personas y para el medio ambiente», aseguran desde el CSN. Además, dichas detecciones son «similares» a las que se observan en otros países europeos. Los niveles de notificación obligatoria al CSN se sitúan en los 400 miliBequerelios, explican fuentes de este organismo.
Desde el CSN indican que estas mediciones eran «previsibles, de acuerdo con los modelos de dispersión atmosférica y los datos meteorológicos de los días anteriores». Las zonas hacia las cuales está previsto que viajen las masas de aire desde la central nuclear de Fukushima en las próximas 48 horas serán la costa este de Japón y el océano Pacífico. El órgano regulador español continúa, en coordinación con los organismos internacionales, su seguimiento de la situación en Japón.