En el Día de África, Manos Unidas hace hincapié en la necesidad de cambiar la imagen que se tiene de este continente, «siempre relacionada con la guerra, la enfermedad, la corrupción y la pobreza». Además, reclama que África necesita inversiones que fomenten el empleo, que cree riquezas y bienestar para toda la población.
También destaca que la esperanza de África radica en sus millones de jóvenes -más del 60% de la población africana tiene menos de 24 años-, a los cuales van dirigidos gran número de sus proyectos. La ONG recuerda que los 246 programas de desarrollo que apoya Manos Unidas en el continente africano tienen a las mujeres y a los jóvenes como principales destinatarios «porque el verdadero desarrollo, el que permita salir al continente de la pobreza, está en ellos», defiende.
Farmamundi, por su parte, ha llamado la atención sobre los déficits en infraestructuras y personal sanitario en muchos países de África y sobre la necesidad de incidir en medidas urgentes que reviertan en la población, como la cancelación de la deuda externa para invertir los recursos en salud y educación, el apoyo a procesos de gobernabilidad democrática y la resolución pacífica de los conflictos, así como promover medidas comerciales más justas y facilitar el acceso a los medicamentos esenciales para combatir enfermedades endémicas como la malaria y el cólera.
Desde 1993, la ONG ha trabajado en Mali, los campos de refugiados del Sahara, Mozambique, Sierra Leona, Liberia, Togo, Kenia y la República Democrática del Congo en el África Subsahariana, mediante proyectos de cooperación y de ayuda humanitaria y emergencia. Este año, ha iniciado un proyecto en Sierra Leona y dos en la República Democrática del Congo (RDC) que, hasta finales de 2012, «asegurarán la atención médica y las condiciones de saneamiento de las poblaciones vulnerables, especialmente mujeres y niños, y la mejora de condiciones sociosanitarias de las víctimas de violencia sexual, mediante acceso a tratamiento médico y reinserción psicosocial», señala la organización. En total, se invertirán más de 889.000 euros que beneficiarán directamente a 66.000 personas.
Misiones Salesianas está presente en el continente desde hace 120 años. La organización recuerda que África es un continente con 53 países, cerca de mil millones de personas y rico en recursos, como el petróleo, los diamantes o el coltan. «Pero también es el continente más pobre del mundo, donde la esperanza de vida no supera los 50 años?, por ello, reclama que mil millones de personas ?no pueden ser invisibles. El futuro del continente africano pasa por hacer visibles a sus ciudadanos y conocer mejor la realidad de África».
El 70% de la población en Angola vive en zonas rurales y en condiciones de pobreza
Angola
En el caso de Angola, el 70% de la población vive en zonas rurales y en condiciones de pobreza. Esta realidad contrasta con la que existía en el país antes de la guerra que estalló en el país hace 50 años, cuando era el tercer productor de café mundial y en el que la agricultura daba sustento al 85% de la población. Hoy vive dependiente de sus recursos naturales (hidrocarburos y diamantes). La disminución de los precios petrolíferos y el aumento de los precios de los productos básicos de alimentación, dificultan el desarrollo del país, recuerda la Fundación Codespa en la jornada en la que se celebra el Día de África.
Para tratar de ayudar al país, Codespa, a través de un Convenio firmado con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), apuesta por la reactivación de la producción agrícola del país. Su objetivo es identificar y resolver los fallos de mercado, aquello que impide a estos productos básicos abastecer el mercado interno, obligándolos a recurrir a la importación. Para ello, a través de un diagnóstico en las zonas de Huambo y Bie, seleccionará uno o dos productos de la cesta básica (como puede ser el tomate o la cebolla) y estudiará la cadena de valor de estos productos, proponiendo mejoras en la misma.
Codespa destaca que es «un proyecto de alto alcance» ya que, al tratarse de productos de alimentación básicos, «cada mejora en la cadena, significará un efecto positivo para un número amplio de actores de la cadena, tanto para los productores, como para los distribuidores y los consumidores». Se pretende así que los angoleños no tengan que recurrir a la importación y puedan producir ellos mismos estos productos, consumidos por todos los estratos de la población.