Una investigación en la participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desvelado que algunas variedades de avena son tóxicas para celíacos. En las conclusiones del estudio, publicadas en la revista «Gut», se señala que los diferentes tipos de avena pueden agruparse en tres grupos según su nivel de toxicidad: nula, media y alta.
El trabajo de investigación se llevó a cabo sobre nueve variedades de avena común (Avena sativa), procedentes de fuentes comerciales de España y Australia. Durante los análisis, se descubrió tres grupos en función de su reactividad: uno que provoca una elevada reacción, otro con efectos intermedios y el último sin consecuencias detectables. Los análisis se realizaron mediante un experimento in-vitro que simula el proceso de digestión en el intestino delgado.
El investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC que participa en el trabajo, Francisco Barro, considera que «el estudio abre una vía a la elaboración de productos con avenas inocuas para los celíacos». «Actualmente trabajamos para desarrollar variedades homologadas de avena tolerable», añadió.
Al determinar qué alimentos son perjudiciales para estos enfermos, la avena nunca se ha catalogado claramente como tóxica, ya que la literatura científica incluye «estudios en los que los pacientes toleran este cereal y otros en los que no», explicó Barro. El investigador del CSIC señaló que «hasta ahora, los distintos resultados obtenidos por las diferentes investigaciones se asociaban a una contaminación de gluten en la avena provocada por otros cultivos». La investigación en la que participa Barro descarta esta teoría, puesto que han trabajado con muestras de avena purificada donde se ha eliminado cualquier posible contaminación. Los análisis confirman que sólo algunas variedades de avena resultan tóxicas para los celíacos.
Para alcanzar esta conclusión, el equipo ha analizado la reactividad de nueve variedades de avena con el anticuerpo anti-33-mer. «Esta molécula es una herramienta fiable para detectar las variedades de avena potencialmente seguras para los pacientes celíacos, ya que puede identificar y cuantificar las fracciones más tóxicas en las distintas variedades del cereal», afirmó la coordinadora de la investigación de la Universidad de Sevilla, Carolina Sousa.