Los detectores infrarrojos y el telescopio del Observatorio Espacial Herschel han confirmado la presencia de moléculas de oxígeno en el espacio. Los científicos de la NASA creen que el oxígeno se encuentra encerrado en el hielo de agua detectado en pequeños granos de polvo de la nebulosa de Orión.
Aventuran que este oxígeno se formó tras un proceso en el que la luz de la estrella calentó los granos de hielo y provocó que se liberara agua, que luego se convirtió en moléculas de oxígeno. Los científicos explican que la presencia de átomos de oxígeno en el espacio es bastante común, sobre todo alrededor de estrellas masivas, pero no así la de moléculas de este elemento.
Los astrónomos habían buscado durante décadas la existencia en el espacio de este tipo de moléculas sin éxito. El primer indicio que se tuvo de ellas lo proporcionó el telescopio sueco Odin, pero el descubrimiento no pudo ser confirmado. El interés de los científicos en la búsqueda de este tipo de moléculas se explica por su función esencial para la existencia de la vida, ya que constituyen casi 20% del aire que respiramos.
«El universo todavía guarda muchos secretos», afirma Paul Goldsmith, científico del proyecto Herschel. Los astrónomos se muestran sorprendidos por la escasa cantidad de este tipo de moléculas encontrada en el espacio, y explican que el oxígeno, como tercer elemento más común del universo, debería de contar con mayor presencia molecular espacial.
A partir de ahora, los astrónomos de la NASA proseguirán su búsqueda en otras regiones de Orión con la ayuda de Herschel. El Observatorio ha facilitado a los investigadores una herramienta innovadora que facilita nuevas longitudes de onda que permiten la detección de la presencia de oxígeno.