La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha descartado la posibilidad de que se produzca el fenómeno «El Niño» de aquí a fin de año, aunque prevé que se pueda registrar un episodio de «La Niña«, pero más débil que el observado entre septiembre de 2010 y mayo de 2011 y trajo consigo condiciones de humedad con consecuencias desastrosas en algunas zonas de Australia, Indonesia, el sureste de Asia y zonas del norte de América del Sur. También es responsable en gran parte de la sequía que se vive en zonas del Cuerno de África, en la parte central del suroeste de Asia, la parte suroriental de América del Sur y el sur de Estados Unidos.
Según recoge el último boletín de la OMM sobre «El Niño» y «La Niña», tras haberse disipado un episodio de «La Niña» de intensidad moderada a fuerte que predominó en el océano Pacífico tropical durante el período de septiembre de 2010 a febrero de 2011, en esa zona prevalecieron unas condiciones neutras desde mayo de 2011 en adelante. No obstante, todavía quedan residuos del fenómeno, que se manifiestan especialmente en algunas características atmosféricas.
Las observaciones de las últimas semanas han revelado que se ha producido una evolución hacia los valores fríos del rango de las condiciones neutras, en lo que se refiere a la temperatura superficial y subsuperficial del océano, junto con los cambios correspondientes de la circulación atmosférica. «Todos estos cambios juntos indican que hay más posibilidades de que se forme un episodio débil de ‘La Niña’ en los próximos meses», indicó la OMM.
«El Niño» y «La Niña» son fenómenos del Pacífico que están directamente relacionados con la circulación atmosférica en las zonas tropicales y son conocidos por su influencia en la alteración de las lluvias y la duración de las sequías en distintas regiones del mundo. «El Niño» se caracteriza por el aumento de la temperatura del agua en la superficie del centro y este del océano Pacífico y «La Niña» por el enfriamiento de las aguas en esa misma región.