Cámaras digitales, móviles, reproductores de música, consolas portátiles de videojuegos, computadoras de mano… son muchos, cada vez más, los dispositivos electrónicos que necesitan de tarjetas de memoria extraíbles en las que acumular canciones, vídeos, fotografías o información importante para el trabajo.
Pero no hay un estándar. Dependiendo del dispositivo y/o de su fabricante, se hace necesario adquirir uno u otro modelo de tarjeta. Cada uno con sus peculiaridades, pero todas basada en la memoria flash (no volátil, más robusta y con mucho menos consumo que los discos duros convencionales).
Una gran familia
Dada la proliferación de aparatos de uso cotidiano (ya no es raro que una misma persona tenga, por ejemplo, computadora de mano, cámara digital, móvil 3G, GPS, visor de fotografías y reproductor de MP3), no es ninguna tontería valorar la compatibilidad de las tarjetas de almacenamiento para poder intercambiarlas de un dispositivo a otro según la necesidad del momento.
/imgs/2006/11/Compact-flash.jpg Compact Flash (CF). Apareció por vez primera en 1994. Desde octubre de 1995 esta tecnología es gestionada por una asociación sin ánimo de lucro con el mismo nombre en la que participan Canon, Kodak, Hewlett-Packard, Hitachi, Lexar, Renesas, SanDisk y Socket Communications. Mide 43×36 milímetros y pesa entre 15 y 20 g según el tipo (hay dos: el I y el II, más fino y que sirve para las ranuras del tipo I). La emplean numerosas marcas además de las arriba citadas, como Nikon, Samsung o Minolta. Las hay desde 8 MB hasta 12 GB. Existe una tercera versión en ciernes que permite la transmisión de datos a 66 MB por segundo.
Smart Media Card (SMC). Apareció en 1995 de la mano de Toshiba. Es mucho más pequeña que la anterior (mide 45×37 milímetros y apenas pesa dos gramos). La emplean por ejemplo Fuji, Samsung y Olympus. Hace cuatro años tuvo su momento cumbre, acaparando la mitad del mercado. Hoy día está quedando relegada, en parte debido a que no supera los 256 MB de capacidad.
Miniature Card o MiniCard. Nació en 1995 impulsada por Intel. Compitió con las tarjetas CF y SMC y perdió la batalla pese a ser la más pequeña de las tres (45×37 milímetros).
/imgs/2006/11/MMC.jpg Multimedia Card (MMC). Nacida en 1997 de la mano de Siemens y Sandisk, es similar a la tarjeta Secure Digital. De hecho desde la llegada de las SD pocas empresas apuestan por las MMC. No obstante, muchos aparatos con puerto SD las pueden utilizar, aunque no pasa lo mismo a la inversa. Mide 24×32 milímetros y almacena hasta 2 GB. Existe una versión de menor tamaño llamada Reduced-Size Multimedia Card o RS-MMC y este mismo año se presentó una versión más avanzada conocida como MMC mobile, que incluye sistemas de encriptación para mayor seguridad como la SD o la Memory Stick de Sony.
Secure Digital (SD). De 1999, está inspirada en las tarjetas MMC y la gestiona la Secure Digital Card Association. Es empleada con frecuencia para proteger los derechos de autor ya que posee un sistema de encriptación similar al de Memory Stick. Pesa unos 2 gramos, mide 32×24 milímetros y es empleada por Kodak, Casio, Hewlett Packard, Nikon, Canon, Minolta, Panasonic y Toshiba, entre otras. Su capacidad de almacenamiento puede alcanzar los 128 GB. Actualmente tiene el 40% de cuota de mercado. En 2003 se anunció una versión más reducida (20×21,5) llamada MiniSD y hoy día hay otra aún más pequeña conocida como MicroSD (15×11 milímetros) pensada sobre todo para teléfonos móviles y que originalmente se conocía como TransFlash.
Memory Stick. Creada por el gigante japonés Sony en 1998, se emplea en prácticamente todos sus aparatos, desde teléfonos móviles a consolas de videojuegos portátiles, pero muy pocas marcas más la han adoptado. Pesa unos cuatro gramos, mide 50×21,5 milímetros y emplea la tecnología de encriptación Magic Gate. Hay una versión más nueva bautizada como Memory Stick Pro que según Sony podría alcanzar los 32 GB de capacidad con una transferencia de 20MB por segundo. También hay otra más pequeña (31×20 milímetros) llamada Memory Stick Duo (que también tiene su versión Pro).
/imgs/2006/11/XD-Picture.jpg XD Picture. La más reciente, ya que vio la luz en 2002 merced a la unión de Fuji, Toshiba y Olympus. La XD toma su nombre de Xtreme Digital. Pesa apenas 2 g y se espera que alcance una capacidad de almacenamiento de 8 GB en el futuro. Especialmente pensada para cámaras digitales, está disponible desde 16 MB hasta 1 GB. La emplean de momento pocas marcas y es más cara, pero es compatible con ranuras Compact Flash mediante un adaptador.
Las tarjetas mencionadas son las más conocidas, aunque no las únicas. Faltaría mencionar, por ejemplo, las tarjetas de memoria empleadas por las consolas de videojuegos Nintendo y Xbox, la UCF, la ATA, la MU-Flash, la Linear o la C-Flash.
Hay quien los considera tarjetas de memoria, pero en realidad son diminutos discos duros portátiles (es decir, soportes magnéticos y no de tipo flash) diseñados para encajar en las ranuras de las tarjetas Compact Flash del tipo II. Son una creación de IBM en 1999, que pasó a manos de Hitachi en 2002. No obstante, son varias las marchas que venden discos Microdrives. Cuando nacieron tenían una capacidad de 340 MB, pero ya alcanzan los 6 GB (y pronto los habrá de 10GB). Consumen bastante más que una memoria tipo flash y, aunque son bastante robustos, es cierto que son menos resistentes. Pero debido a su gran capacidad de almacenamiento y a sus precios más que razonables, tienen bastante éxito; sobre todo entre los aficionados a la fotografía digital y, en menor medida, los usuarios de reproductores portátiles de música.