El 90% de la población con discapacidad grave está en una situación de pobreza moderada y el 56%, en pobreza extrema. Además, el coste de la discapacidad puede alcanzar el 77,2% de la renta de un hogar. Son algunos de los datos más relevantes de un estudio que ha estimado «por primera vez» los costes y el impacto de la discapacidad sobre la economía de las personas que la padecen en España, informa la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe).
«Nuestro estudio muestra, con una metodología contrastada y comparable, lo altos que son los costes de la dependencia y lo mucho que contribuyen a aumentar la pobreza», explicó Francisco Javier Braña Pino, investigador de la Universidad de Salamanca y autor de este trabajo publicado en la revista «Papeles de economía española».
Según el informe, el coste de la discapacidad moderada (cuando la limitación de la actividad diaria es parcial) está en torno al 40% de la renta del hogar, mientras que en el caso de personas con discapacidad severa, este coste se eleva hasta el entorno del 70%. «En general, nuestras estimaciones sitúan los costes de la discapacidad en España por encima de los observados en otros países de nuestro entorno o similar nivel de desarrollo», señaló Braña Pino.
Para elaborar este estudio se ha utilizado la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) correspondiente al año 2007, que recoge información de los niveles de ingreso del hogar así como de las características sociales y demográficas de sus miembros. Los investigadores han contado con muestra total de más de 28.000 personas adultas. «De estas, aproximadamente 2.700 presentan, de acuerdo con nuestra definición, discapacidad y algo más de 2.100 pueden ser consideradas dependientes», explicó el investigador de la Universidad de Salamanca.
Este hecho queda reconocido en los sistemas de protección social de muchos países, que conceden beneficios, ya sean gastos directos o gastos fiscales, para compensar los mayores costes de consumo asociados a la discapacidad. «En España una persona discapacitada tiene menos ayudas que en los países en que se han hecho estudios similares, excepto Estados Unidos», indicó Braña Pino.