Más de 1,2 millones de niños han vuelto a la escuela en Libia, diez meses después de que las clases fueran interrumpidas por los enfrentamientos entre los opositores y las fuerzas del gobierno de Muamar el Gadafi. Este regreso a las aulas se ha producido gracias a la rehabilitación de las instalaciones escolares que fueron dañadas por el conflicto o que sirvieron como centros militares o humanitarios, según ha informado Naciones Unidas.
El retorno de los menores libios a la escuela ha contado con el apoyo del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), cuyo personal ayudó a limpiar los escombros y a retirar minas y otros artefactos explosivos de las escuelas, además de participar en la impresión y distribución de los libros de texto, explicó la portavoz de esta agencia de Naciones Unidas, Marixie Mercado. UNICEF también ayuda en la localización de niños desplazados o vulnerables para garantizar que se inscriban en las escuelas.
Por otro lado, la agencia de la ONU ofrece asistencia sicosocial a los menores con problemas graves de angustia. Según señaló Mercado, muchos niños sufren traumas profundos debidos a la violencia o pérdida de seres queridos y destacó la importancia de que regresen a la escuela para que vuelvan a tener una vida normal.